Número: 48.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

48 > Ambientación > Personajes > Paul Tibbets, el hombre de la bomba (CdG). Por: Juan Carlos Herreros Lucas

 

Paul Tibbets

El hombre de la bomba

El pasado 1 de Noviembre de 2007 moría en Ohio el general de brigada Paul Tibbets, tenía 92 años de edad y es, posiblemente, el combatiente de la segunda guerra mundial que más famosa hizo a su madre. La mujer se llamaba: Enola Gay

El Enola Gay

Paul Warfield Tibbets nación en 1915 en Quincy, una ciudad de Illinois (Estados Unidos), aunque su familia se trasladó pronto a Miami. Su padre tenía un confitería y según las crónicas siempre fue muy estricto con su hijo y siempre le animó a apuntarse a la carrera militar. Su madre, por otro lado, siempre deseó que fuera médico.

La primera experiencia de Paul con los aviones fue cuando tenía 12 años. En aquel entonces, como acompañante en un biplano, se dedicaba a lanzar pequeños paracaídas con dulces como un sistema de promoción de la tienda de su padre sobre la gente que estaba en la playa.

Llegó a apuntarse a la universidad (Gainesville, Florida) con la intención de hacer la carrera de medicina, pero la presión de su padre hacia la carrera militar, hizo que en 1937 ingresara en el ejército, concretamente en la Fuerza Aérea, en la rama de bombarderos. En 1938 ascendería a subteniente recibiendo sus alas (su licencia de vuelo) en el Campo Kelly (Texas).

Fue piloto de pruebas de los B-17 y al iniciarse la guerra fue enviado a Gran Bretaña al 340º Escuadrón de bombarderos, a la base de la RAF de Polebrook. Más tarde, Agosto de 1942, sería uno de los doce pilotos que realizaron la primera incursión aérea de B-17 sobre Europa atacando la ciudad francesa de Rouen. En Noviembre de ese año fue el piloto encargado de llevar a Eisenhower desde Inglaterra a Gibraltar desde donde dirigiría la operación "Torch" (Desembarco Aliado en el norte de África). Paul participó desde Gibraltar en algunas misiones de bombardeo de esa operación.

Fue trasladado a Estados Unidos donde se convirtió en uno de los pilotos de prueba de los nuevos B-29. De allí, en Septiembre de 1944, ya con el grado de coronel, fue incorporado al proyecto Manhattan (la elaboración de la bomba atómica estadounidense). El motivo de su elección, según el Teniente General Groves (uno de los jefes del proyecto), fue que era uno de los pilotos en activo con más experiencia de combate en el manejo de bombarderos pesados. Y es posible que, exceptuando algunas tripulaciones de B-17, Paul era uno de los más veteranos del ejército (desde 1937, mientras que la mayoría de la Fuerza Aérea se formó en 1941 tras el ataque japonés).

Le pusieron al mando del escuadrón 509º (unos 1.800 hombres). Allí, entre otras cosas, su misión era formar una unidad de pilotos, copilotos y navegantes de plena confianza, probar unos B-29 especialmente diseñados y preparar la operación especial de bombardeo. Fue allí, entendemos que aún ignorante del verdadero potencial de la nueva arma, cuando decidió bautizar a su nuevo avión con el nombre de su madre: Enola Gay. Este nombre quedaría ligado irremediablemente con uno de los sucesos más dramáticos de la guerra.

En Junio de 1945, a punto de terminarse el proyecto de Los Álamos y con el entrenamiento concluido, toda la escuadrilla fue trasladada a Tinian (en las Marianas, Pacífico). En Julio de ese mismo año, la primera bomba atómica explotó con éxito en el desierto de Nuevo México.

Alemania cayó derrotada y los vencedores de Europa reunidos en Postdam hicieron una petición de rendición incondicional a Japón. Éste, ignorante de la nueva arma estadounidense y creyendo que aún le quedaba mucho a la guerra, rechazó la propuesta. Eso abrió el camino a la escuadrilla de Paul Tibbets y selló el destino de Hirosima.

El 6 de Agosto de 1945, tras seis horas de vuelo, los B-29 llegaron a Hirosima y lanzaron una bomba de 5 toneladas de peso que arrasó la ciudad. La onda expansiva sacudió el avión, a pesar de la altura y pasaron algunos segundos de duda, pero, finalmente, prosiguieron el vuelo de regreso. A sus pies quedaban kilómetros de destrucción.

Al acabar la guerra, permaneció como observador técnico en las pruebas atómicas que se realizaron en el atolón de Bikini a partir de 1946. En 1959 fue ascendido a general de brigada y fue uno de los responsables del Mando Aéreo Estratégico (los bombarderos atómicos) y fue uno de los responsables de la formación del mando conjunto en el Pentágono.

Se retiró del ejército en 1966 y fue directivo en una compañía aérea de vuelos chárter con base en Columbia en la que estuvo hasta 1970. Volvió a Miami y se estableció con su familia allí, pero volvió a la empresa de aviación en 1974, volvió a irse de Miami. Permaneció como presidente de la compañía desde 1976 hasta su jubilación en 1987. Permaneció en Ohio hasta el 1 de Noviembre de 2007 en el que un fallo cardiaco acabó con su vida.

A diferencia de otros miembros de la tripulación del Enola Gay y de los otros bombarderos de la escuadrilla, Paul Tibbets nunca se arrepintió del lanzamiento de la bomba y siempre sostuvo que el lanzamiento salvó vidas. Este hecho ha sido muy polémico y en ocasiones el gobierno japonés ha protestado oficialmente ante algunas de sus afirmaciones.

En su última voluntad, Tibbets ha pedido ser incinerado sin ningún tipo de ceremonia especial (para evitar polémicas sobre la bomba atómica) y que sus cenizas sean esparcidas en el Canal de la Mancha donde, según sus palabras, llegó a amar la aviación.