Prostitutas:

una cana al aire

Es un estereotipo de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados obtenían un permiso, iban a la ciudad grande más cercana y dejaban desiertos los prostíbulos de la ciudad. En realidad, el número no fue tan grande como aparecen en las películas, aunque sí lo suficiente como para que el ejército se preocupara de proveer de preservativos a las tropas.

Hay que dividir la prostitución femenina durante la Segunda Guerra Mundial en dos grandes grupos: las obligadas por la fuerza y las obligadas por las circunstancias. Es posible que hubiera un tercer grupo de prostitutas voluntarias en plan "Pretty Woman", pero de esas no hablaremos.

El primer grupo tuvo lugar en los países ocupados. Muchas mujeres eran separadas de sus familias para servir como prostitutas de los soldados. Esto se dio principalmente en Asia (con los soldados japoneses), pero también en algunos campos de prisioneros alemanes y en algunas zonas del frente del este. El segundo grupo se dio tanto en países ocupados (Francia y después Alemania) como liberados (nuevamente Francia, Italia o el norte de África). Estas mujeres se dedicaban a la prostitución con soldados porque era la única forma de conseguir algo de comida (generalmente para sus familias). Fue más abundante cuanto mayores fueron las penalidades.

Al igual que ocurre actualmente, no todas las chicas sabían que se iban a dedicar a la prostitución. Por ejemplo, el ejército japonés reclutaba "chicas de confort" haciéndolas creer que se iban a dedicar a cuidar enfermos en hospitales. Pagaban a la familia una cantidad por un año o seis meses de trabajo y se las llevaban. Descubrían las condiciones del "trabajo" cuando llegaban al destino. Pocas volvían para contar a las vecinas la experiencia.

CLASES Y PRECIOS

No todas las prostitutas estaban destinados al mismo escalafón. Había prostitutas de tropa, de suboficiales y de oficiales y aunque la mayoría era para la tropa, ninguna prostituta de oficiales (actualmente las llamaríamos señoritas de compañía o prostitutas de lujo) se rebajaría a ir con un soldado.

Naturalmente, el precio de los servicios variaba en función de la clase de prostituta, pero también variaba mucho en función de la zona. Por ejemplo, una prostituta coreana podía cobrar a un soldado japonés 1.5 yenes por 30 minutos, mientras que una francesa podía cobrar 5 dólares. Los oficiales lo tenían peor, 5 yenes por 30 minutos o 15 dólares. Las habitaciones para este tipo de actividad solían ir incluidas en el precio, aunque en algunos casos (los oficiales) les costaba uno o dos dólares adicionales.

Las prostitutas oficiales del ejército japonés estaban bastante más organizadas, los precios y horarios estaban fijados e, incluso, fijaban la clase de tropa que podían atender cada día (lunes caballería, martes artillería, etc.) La prostitución en Europa era menos organizada, más por libre y, por tanto, los precios y los horarios variarán más.

A semejanza de los japoneses, las prostitución en los territorios bajo administración estadounidense en el Pacífico estaba más organizada. La relación de hombres/mujeres en Hawai fue de quinientos a una en la Segunda Guerra Mundial. Los Altos Mandos consideraban que organizar la prostitución en burdeles "oficiales" era una forma de mantener alejados a los hombres de las mujeres "más respetables" y una forma de alejar las enfermedades venéreas de la tropa.

Los alemanes también intentaban regular la prostitución. En muchos casos, incluso, movilizaban prostitutas alemanas para llevarlas a los burdeles cerca de las tropas y así evitar que los alemanes se "ensuciaran" con mujeres de raza inferior. La prostitución fuera de los burdeles oficiales estaba prohibida, aunque los alemanes no siempre disponían de medios para hacer cumplir esa prohibición. Por otro lado, los oficiales tenían prohibido acudir a estos burdeles. Para ellos se preparaban actuaciones en hoteles; sin embargo, estos mismos oficiales no tenían prohibido confraternizar con mujeres francesas por la calle (cosa que la tropa sí tenía prohibida).

PELIGROS

Cuando las tropas Aliadas invadieron el norte de África y los franceses locales pasaron a colaborar con ellos, un oficial francés (algo humorista) escribió en un informe para los estadounidense: "el porcentaje de enfermedades venéreas en las señoritas de los burdeles locales se mantiene estable en el 100%"

Dependiendo de la zona, la probabilidad de coger una enfermedad venérea variará. Desde un 100% en el norte de África (si hacemos caso del informador francés) hasta casi un 0% en un burdel alemán para oficiales cercano al Reichtag. Si los jugadores deciden ir con prostitutas, el DJ deberá valorar la posibilidad de infección modificando los grados de dificultad a una tirada de Resistencia x 3. Si la falla, habrá sido infectado. Considera las siguientes dificultades:
- 1 grado de dificultad: burdeles en el propio país.
sin modificar: burdeles en países aliados.
+ 1 grado de dificultad: burdeles en países liberados/ocupados
+ 2 grados de dificultad: países en guerra

Hay muchas enfermedades de transmisión sexual, algunas son más benignas que otras, pero todas son molestas. El SIDA aún no había sido inventado, pero algunas enfermedades que hoy tienen tratamiento, eran mortales en la Segunda Guerra Mundial. A continuación te damos una tabla de enfermedades venéreas, sus síntomas y su curación (tómala como ejemplo):