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viernes, 19 de abril de 2024


 

Séptima hija

La Séptima hija es un viejo carguero medio de la clase Elefant, propiedad de una sociedad limitada de inversores. Su capitana, una humana llamada Mundo Pontaine, es también una de los principales accionistas (de hecho, posee el 16,3% de la propiedad de la nave), así que su opinión tiene cierto peso a la hora de aceptar o rechazar los fletes. La capitana Pontaine es la cuarta generación de una larga saga de tripulantes espaciales, y a lo largo de su vida ha pasado mucho más tiempo surcando el vacío que en la superficie de los planetas que visitan. La paga es justa y Pontaine trata a la tripulación más como amigos que como a empleados lo que, en ocasiones, le ha traído problemas cuando algún que otro desaprensivo se ha aprovechado de ella. Pese a esas pequeñas pero inevitables desilusiones, goza de la amistad y el cariño de docenas de extripulantes, la mayoría de los cuales estarían encantados de hacerle casi cualquier favor que les pidiese. De hecho, probablemente sea una de las naves mercantes con mejor clima laboral de toda la galaxia...

A Pontaine no le importa reclutar novatos y gente sin entrenamiento o experiencia como tripulante. Está dispuesta a enseñar el oficio a cualquiera que quiera aprenderlo, por lo que sería una magnífica opción de "primer contrato" para un grupo de PJ que necesite aprender nociones básicas sobre cómo operar una nave estelar. Sin embargo, no admitirá gente con reputación de violenta o peligrosa, a menos que logren convencerla de que no son conflictivos; a fin de cuentas hay otras muchas naves en donde alguien así encajaría mucho mejor...

Idea de aventura: todos los espaciales saben que la convivencia entre los miembros de una tripulación que pasa largas temporadas confinada es uno de los principales problemas a bordo. Los líos de faldas y los celos pueden generar una tensión que ponga en riesgo el correcto desempeño de un tripulante, lo que en el frío vacío del espacio puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Dicho esto, el infierno de la sospecha se desata cuando uno de los tripulantes de la, aparentemente, feliz tripulación de la Séptima hija aparece muerto con claras evidencias de haber sido asesinado...

 

 

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«Cunia es una ciudad sucia.»

Anónimo