Llego hasta aquí



 Exo
 Ayudas
    Afición (82)
    Ambientación (338)
    Reglas (237)
    Equipo (279)
    Sucesos (253)
      Tramas
    Aventuras (182)
    Preg./Resp.
 Por autor
 Productos
 Enlaces
 





Licencia Creative Commons para el texto de la web (quedan excluidas de la licencia CC las ilustraciones)


viernes, 8 de noviembre de 2024


 

NOCHE SIN ESTRELLAS
(Comienzo)

Este módulo (ver nota) esta sustentando en dos ideas básicas, investigación y terror. Con él creo haber logrado hacer una trepidante aventura en la cual priman las habilidades mentales y no las físicas, de hecho es prácticamente imposible trabarse en un combate pues los PJ estarán solos. Existen algunas posibilidades de pelea y acción, pero éstas no son más que maquillaje y sabrán a poco a los jugadores más belicosos.

Aconsejo que el número de jugadores no sea muy grande, recomiendo cuatro, más gente destrozaría la atmósfera de opresión y terror que se intenta plasmar. Aunque eso es, sin duda, decisión del director de juego y del ritmo que quiera imprimir a la historia.

(Nota DeS: la longitud del módulo nos ha obligado a presentarlo en tres partes. En los siguientes "Desde el sótano" aparecerán las restantes partes hasta concluír esta minicampaña).

Sinopsis

Existe un protosistema en formación, conocido como Ceres-A, en cuyo corazón hay una gran estrella muy joven con una extraña peculiaridad, su luminosidad varia en periodos más o menos constantes, como la pulsante luz de un faro. Rodeando a esta estrella hay una nube de gas y rocas que comienza a condensarse en anillos que, con el paso de los milenios, darán lugar a la creación de futuros planetoides. Y quien sabe si al nacimiento de algún mundo habitable…

Carece de ningún planeta estable con excepción de tres bastos discos de asteroides inmersos en la nube de polvo y gas, dos de ellos en la zona interna del sistema (muy peligrosos para la navegación), mientras que el tercero se encuentra en el exterior de la nube gaseosa.

El anillo de asteroides externo es el más estable debido a un bajo ritmo de acreción consecuencia de una menor densidad. En el asteroide Ceres-122, uno de los más grandes del cinturón exterior, se ha instalado una estación de investigación del servicio de exploración de la RFP. Su misión es simple: estudiar los procesos de formación de los sistemas estelares primigenios. Para ello monitorizan el sistema Ceres-A que se encuentra en sus fases más tempranas de desarrollo. Es un proyecto puramente científico sin ninguna vertiente militar clara, aunque hay presencia de exos y tienen financiación militar.

Debido al peligro del viaje espacial a través de la nube de gas y los anillos de asteroides, cuando los exploradores desean recoger muestras, o examinar la protoestrella más de cerca, realizan delicados microsaltos subespaciales para aproximarse al centro del sistema. En algunas ocasiones los científicos viajan en persona y en muchas otras se limitaban a depositar sondas robotizadas.

Programar el plan de vuelo para alguno de estos microsaltos puede llevar meses de intenso trabajo, pero son muy útiles pues catapultan la astronave hasta el mismísimo corazón del sistema; allí, la influencia del pozo gravitatorio de la estrella crea una zona segura libre de asteroides y con una baja concentración de polvo. Facilitando el desplazamiento y la toma de datos.

En uno de sus microsaltos rutinarios el equipo científico tuvo la oportunidad de estudiar más de cerca los misteriosos pulsos de luz que emitía la protoestrella, una curiosidad que intrigaba a los científicos lo suficiente como para dedicar parte de tiempo a su examen. Analizando los datos llegaron a dos curiosas conclusiones:

  • Primero, existía otro objeto de una masa que, como mínimo, equivalía a la octava parte de la estrella que orbitaba junto a ella formando un atípico sistema binario. Este objeto no emitía luz, y solo podía detectarse gracias a su huella gravitacional [por el efecto que tiene su gravedad sobre las órbitas de otros astros del sistema].

  • La segunda conclusión era que este cuerpo oscuro podía ser el acusante de los pulsos de luz. La teoría con la que trabajaban era que, cuando este cuerpo se interponía entre la protoestrella y el observador se producía un eclipse que disminuía la luminosidad del astro. Aunque esto, por si solo, no era capaz de explicar el ciclo irregular de dichos eclipses.

Durante un mes tomaron datos para calcular la órbita de este cuerpo oscuro, y una vez que la determinaron prepararon un plan de vuelo para realizar un microsalto que les llevara cerca del extraño cuerpo celeste.

Tras realizar el salto subespacial se perdió toda pista de ellos y la astronave que utilizaron, la exploradora RFP Nautilus de la clase Victoria, se esfumó.

Una semana más tarde llegó la astronave RFP Selene, también de clase Victoria y asignada a la escuadra de transporte de la 2ª flota, transportando suministros para el personal de la base. Al no encontrar a nadie la tripulación revisó los archivos de la misión y decidió buscarles en el último punto donde se perdieron. Esta segunda exploradora también dejó de existir tras seguir los pasos de la primera.

Y aquí empieza nuestra historia...

Comienzo:

Una nueva misión

La doctora Malory McAllan observó con preocupación los informes de la estación científica de Ceres-A. Agitó la cabeza desagradablemente convencida de que era inevitable la presencia militar para solucionar este embrollo. Con dos naves de la armada desaparecidas la intervención de un Grupo EXO era incuestionable, le gustase o no los militares meterían la nariz. Si tenía cuidado aún podría mantener el control de la situación y evitar que se asignaran todas las competencias la flota.

Pulsó una tecla de su ordenador y apretó los puños.

—Matew, por favor, consígueme un canal de transmisión con la 2ª Flota.

—Por supuesto doctora McAllan —el interlocutor hizo una pausa y añadió con tono preocupado—: ¿sucede algo grave Malory?

—Creo que el Dr. Alexander tiene problemas en la base de investigación de Ceres-A. Y me gustaría solucionarlo personalmente.

—¿No podríamos arreglarlo sin la intervención de la armada? Seguro que no es tan grave.

—Matew… ya han desaparecido dos naves y toda su tripulación… no hay modo de dejarles fuera. Es mejor que les invitemos a ayudarnos a que vengan ellos…

 

Los PJ serán enviados por la 2ª Flota a reunirse con la doctora Malory McAllan la directora de exploración y cartografía civil de este sector. Es un científico civil al que se le ha otorgado cierto rango militar debido a que trabaja íntimamente con la flota de la república.

Cuando los PJ lleguen a sus oficinas ella les informará que se han extraviado dos astronaves a su cargo en el interior de un sistema en formación y, lo que es mas importante, sus tripulantes pueden estar en grave peligro. Ella considera que probablemente sea causa de un accidente, ya que la navegación por Ceres-A es muy peligrosa.

Debido a esta situación ha pedido ayuda a la 2ª flota para completar un equipo de rescate lo más rápido posible, en el equipo irán los PJ, ella y un técnico llamado Marcus. Por supuesto Malory estará al mando.

Dra. Malory McAllan

Cuerpo: FUE (6), VIT (4), RES (6)

Destreza: AGI (6), COO (6), VEL (5)
Inteligencia: MEM (8), LOG (6), INV (6)
Presencia: CAR (5), VOL (5), APA (5)
Instinto: PER (4), INT (5), CON (6)
PSI: POT (0), SEN (0), IMP (0)
Pilotar nave 10 coo 16
Medicina (Humana) 10 mem 18
Microsistemas 7 coo 13
Técnico impulsores 7 inv 13
Técnico sistemas auxiliares 10 inv 16
Astronavegación 15 con 21
Astronomía 7 mem 15
Física 7 log 13
Pistola 8 coo 14
Operador de armamento 6 con 12
Operador de sensores 9 con 15
Traje autopropulsado 8 agi 14
G 0 6 agi 12

Equipo: Normalmente lleva un ordenador portátil, un pequeño botiquín en el cinturón y una pistola 2100-GR (II+2 / 25b / CdF 1).

Malory es la directora del servicio de exploración y cartografía a cargo del sector Heche. Es una mujer de unos cuarenta y cinco años Compler alta y fibrosa, aunque es fuerte y ágil no está acostumbrada al esfuerzo físico y se cansa con mucha facilidad. Por ello detesta el trabajo de campo y pasa la mayor parte del tiempo buceando entre los papeles de su despacho o con libros en la universidad donde da clases medio semestre al año. Algo arisca pero indudablemente inteligente, es un importante aliado aunque sus opiniones a lo largo de esta aventura sean parciales.

Está preocupada por la desaparición de las dos naves y más aún por la tripulación (un total de tres exos, un astrofísico y un técnico). Ha decidido arreglar el problema en persona. El doctor Alexander Hodman, coordinador de la investigación, era amigo personal suyo y está muy preocupada por él. Recuerda esto siempre, será una buena trama argumental pues encontraran al Dr. Hodman absolutamente desequilibrado, y Malory será incapaz de aceptar que está loco de remate.

Marcus

Cuerpo: FUE (5), VIT (6), RES (6)
Destreza: AGI (3), COO (5), VEL (4)
Inteligencia: MEM (5), LOG (5), INV (4)
Presencia: CAR (4), VOL (3), APA (3)
Instinto: PER (6), INT (5), CON (4)
PSI: POT (0), SEN (0), IMP (0)
Pilotar nave 10 coo 15
Microsistemas 15 coo 20
Técnico impulsores 15 inv 19
Técnico sensores 10 inv 14
Técnico sistemas auxiliares 12 inv 16
Técnico armamento 6 inv 10
G 0 10 agi 13
Robótica 7 log 12
Operador de sistemas auxiliares 5 con 9
Operador de impulsores 5 con 9
Pelea 8 agi 11
Armas blancas 12 agi 15

Armas: Acostumbra a llevar un precioso cuchillo multiusos en la bota (I+0, P2), más para ayudarle en las reparaciones que como arma.

Marcus es un hombre de 39 años Compler, alto y algo regordete. Su principal trabajo consiste en el mantenimiento de las astronaves y otros sistemas en las bases de exploración. El mismo instaló muchos de los componentes eléctricos de la base a la que se dirigirán los PJ, por ello ha sido escogido por Malory para acompañarla en esta misión.

Será un buen compañero. Es bastante afable aunque inseguro, y acostumbra a mostrarse perspicaz frente al trabajo de los demás, si él no lo ha hecho puede estar mal. En todo momento lo encontrarán metiendo la nariz en cualquier aparato electrónico o mecánico que se cruce en su camino. Se le dan mejor las máquinas que las personas.

Emocionalmente es algo inestable. Cuando toda la situación se torne especialmente estresante, Marcus estará muy nervioso y será difícil de tratar. No debería llegar a perder completamente el control, pero sus miedos reducirán enormemente su juicio, siendo en muchas ocasiones más un estorbo que una ayuda. Si pasa el suficiente tiempo cerca de Alexander Hodman, es posible que le "contagie" su locura.

Sector Heche
Retícula Adrian-IV

Esta demarcación ocupa un cubo de, aproximadamente, 15 años-luz de arista. Concentra numerosos cúmulos de estrellas en formación, nubes de gas disperso y preciosas nebulosas consecuencia de la expansión de la materia de novas pretéritas.

Aparte de los sistemas más conocidos y pertenecientes a rutas comerciales, existen numerosos sistemas menores formados tan solo por protoestrellas y, en algunos casos, algún asteroide o planetoide. La retícula Adrian-IV es básicamente un cúmulo de estrellas jóvenes inmersas en una nube de gas y polvo, con una alta densidad de cuerpos celestes.

Las rutas que atraviesan esta zona normalmente no se encuentran indicadas en las cartas de navegación civiles, pues es difícil la navegación por ellos y no hay focos de población importantes. La inmensa mayoría de sus estrellas solo son bolas de gas peligrosas y poco recomendables para las visitas ocasionales.

La armada considera que es un lugar idóneo para hacer prácticas con los cadetes y contribuye a los programas científicos de exploración y cartografía con equipo y personal. Incluso está planteándose construir una estación de aprovisionamiento oculta en una de sus nebulosas. No es raro cruzarse con algunas naves militares haciendo prácticas.

De todas las estrellas presentes el sistema Ceres-A es muy interesante desde el punto de vista de la ciencia base. Se trata de un sistema muy joven en el que se puede estudiar el proceso de formación de los sistemas estelares y los planetas primigenios. En el hay instalada una base del servicio de exploración localizada de forma permanente en el asteroide Ceres-122, que se encuentra en la zona mas externa del sistema.

Navegando por Ceres-A

La navegación por el sistema Ceres-A es muy difícil, mientras los PJ permanezcan en el anillo exterior (donde esta la base) no habrá excesivos problemas, aunque debido al constante bombardeo de partículas sobre el casco las naves requieren mucho más mantenimiento del normal.

Tratar de introducirse en el corazón del sistema a través del anillo intermedio obliga al piloto a realizar constantes tiradas de pilotaje (dificultad +10) o sufrir un impacto de tipo II en nave (con sus consiguientes daños colaterales). Calcula que será necesaria una tirada por cada hora de navegación. Resulta virtualmente imposible llegar al corazón del sistema usando tan solo el reactor de maniobra, lo más probable es que termine chocando con un fragmento de roca que destroce la nave.

Por otro lado el polvo y las rocas (ricas en hierro, níquel y otros metales) distorsionan las lecturas de los sensores, no hasta un grado de hacerlas ininteligibles pero si lo suficiente como para causar molestias y disminuir su eficacia. Se producen continúas colisiones con pequeños fragmentos de roca que dañan las antenas y vuelven locos a los sensores de proximidad. Cuanto más rápido se mueva la nave mayores serán los efectos adversos, ya que las rocas golpearan en mayor número. Considera una penalización de +5 a las tiradas de operador de sensores que deban realizarse cuando se esté en la zona intermedia o se quiera atravesar esta con los sensores.

El corazón del sistema, está libre de asteroides ya que el campo gravitatorio de la estrella en formación los ha pulverizado en pequeñas partículas de polvo y atrayéndolos hacia sí (aunque con extrañas distorsiones, como si el campo gravitatorio fuera fluctuante: se explicará más adelante). El volumen entre la estrella y la peligrosa zona intermedia, es lo suficientemente amplio y estable como para permitir la realización de un microsalto subespacial sin apenas peligro.

Preparar los planes de vuelo adecuado y buscar un punto de salto adecuado para alcanzar el corazón, requiere una tirada de astronavegación (dificultad +5, si es para realizar un salto completo fuera del sistema la dificultad es de +10 ya que deben tenerse en cuenta muchos más factores).

El resto del sistema es tal y como se ha descrito en la introducción: una vasta esfera de gas, polvo y rocas orbitando de forma caótica en torno a la estrella, donde los únicos asteroides estables son los del anillo mas exterior.

Recuerda que basta un pequeño grano de una condrita férrica (asteroide rico en hierro y níquel) de unos pocos centímetros para hacer un gran agujero en el caso de la nave.

400

Base de investigación Nemo
Ceres - 122

Ceres-122 es un asteroide de un tamaño bastante respetable, unos 100 Km. de diámetro, como es lógico carece de atmósfera y la gravedad es meramente vestigial. De cuando en cuando recibe impactos de otros asteroides menores que han sido atrapados en su tenue campo gravitatorio.

En un valle profundo y bastante resguardado, hay un grupo de tres semiesferas blindadas formando un triángulo unido por grandes tubos que las comunican. En el centro de la estructura hay una pequeña torre en forma de flor capaz de abrirse; contiene todos los sistemas de comunicación, análisis y detección de datos. A unos pocos metros de la esfera principal hay un hangar que es básicamente una zona de terreno nivelado cubierto por un techado para proteger las naves de ocasionales impactos de asteroides. El viaje de la nave a la base se hace a pie sobre la superficie del asteroide (siempre empleando trajes de vacío, aunque cuentan con un par de pequeños vehículos para agilizar el movimiento de mercancías).

Para protegerse de los impactos de los asteroides, que caen con relativa frecuencia, toda la instalación tiene un fuerte blindaje.

Un sistema informático absolutamente automatizado controla el tránsito de astronaves facilitando el despegue y aterrizaje. También se ocupa de hacer las reparaciones pertinentes para mantener la integridad de la estructura y asegurar su habitabilidad.

La base de exploración se encuentra perfectamente informatizada y está diseñada de manera que funcione aunque no haya ningún operador humano. Para el mantenimiento de la base hay un androide de reparaciones, así como una docena de pequeños robots subsidiarios que dependen directamente del computador principal, y permiten que la estación se mantenga en perfectas condiciones aún sin supervisión humana.

Cada una de las tres esferas que forman el cuerpo principal tiene un cometido concreto.

La primera es un gran depósito, básicamente está llena de combustible, agua y oxígeno.

En la segunda se encuentran todos los sistemas vitales de la base, generador de energía, control ambiental, computadora, y demás sistemas de diagnóstico. Todos los sistemas eléctricos y mecánicos dependen de esta esfera. También contiene los laboratorios y la enfermería. Su acceso está restringido.

En la última esfera se encuentran las habitaciones, las salas comunes de la tripulación y los almacenes, estando dedicada a las actividades del día a día. Es la única donde todo el mundo tiene acceso libre.

Androide de reparación principal: Se trata de un androide de cerca de dos metros de altura con forma humanoide y unos 400 Kg. de peso. Tiene dos brazos manipuladores y dos piernas para desplazarse, adicionalmente su torso acomoda pequeños apéndices en los que tiene instaladas la mayor parte de las herramientas de trabajo que puede llegar a necesitar.

Androides subsidiarios: Son androides con forma de araña que miden unos 30 cm. y pesan unos 20 Kg. Tienen ocho apéndices, dos de ellos preparados para la manipulación de objetos y tareas de reparación. Normalmente se ocupan de la reparación del blindaje de las esferas, por lo que están perfectamente diseñados para trabajar en el vacío.

400

(Esto es sólo el comienzo, el próximo mes volvemos con: Noche sin estrellas: Parte I).

 

 

Diario Sombra:

Subscríbete en Feedly

Redes Sociales:



Grupos de jugadores:




Cita

«El nuestro es un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos. Sabemos más de la guerra que de la paz, de matar que de vivir.»

General Bradley