Número: 242. 4ª época. Año XXII ISSN: 1989-6289
Se llama «nose art» (arte de la nariz o arte del morro) a las ilustraciones, nombres y diseños impresos en el fuselaje de los aviones de combate, en especial en la zona del morro, realizados con motivo más o menos formal, y con intenciones muy diversas. Formalmente se le puede relacionar con las artes del logotipo y el grafiti.
El nose art tiene su origen en la Primera Guerra Mundial, incluso tenemos los primeros ejemplos unos años antes. Pilotos italianos, franceses o alemanes imprimiendo el logotipo de su unidad en el lateral del aparato, la necesidad de distinguir las fuerzas propias de las ajenas en combate o la excentricidad del Barón Rojo pintando de ese color todo el avión son precursores de lo que poco a poco se iría haciendo con más libertad artística.
Autor desconocido (1918). «Francesco Baracca posing by his SPAD S.XIII». Dominio Público.
Sería la Segunda Guerra Mundial la que supondría el auge y el punto más alto de la producción de este tipo de obras, en especial en los ejércitos de Gran Bretaña, Alemania, Japón y los EEUU. Dado que pocos pilotos o tripulación tenían capacidad para la ilustración, la mayoría de dibujos fueron realizados por personal de tierra, casi todos aficionados. Pero también hubo un porcentaje de profesionales que cobrando por ello u ofreciéndose a colaborar con la fuerza aérea, realizaron algunos de los trabajos más personales.
Los motivos para decorar un avión de esta manera eran muy variados. Uno de ellos era el de identificar la unidad, usando la misma decoración para todos los aparatos que la componían, como fue el caso de los Flying Tigers, voluntarios estadounidenses integrados en las Fuerzas Aéreas de China, aliada entonces contra el Eje. Estos pilotos decoraron los morros de sus aviones con las archifamosas fauces puntiagudas, que se llevaban usando desde la Primera Guerra Mundial y que aparecían en los aviones de países de ambos bandos.
R. T. Smith (1942). «Hell's Angels, The Flying Tigers - Chin». Dominio Público.
Las obras de nose art más originales fueron las que se dedicaban a aviones individuales, buscando darle personalidad, en ocasiones hasta un nombre, muy a menudo femenino. También era frecuente que el nombre se relacionase con el país, ciudad o región de origen de quien lo bautizaba.
Esta costumbre nacía de la superstición, de la necesidad de sentirse acompañado por una compañera o compañero en la batalla, animándose a cuidar y sentirse cuidado por el aparato. Así, era frecuente que el dibujo representara a una chica pin-up de las que en aquella época aparecían ilustradas en revistas como Esquire. De hecho, algunas fueron dibujadas por sus mismos ilustradores, a petición de las tripulaciones.
Biblioteca del Congreso (circa 1945). «B24 bomber depicting a pin-up with the name "Bonnie"». Dominio Público.
Este fue el caso del Memphis Belle, nombrado así en honor a la novia del capitán piloto, que se haría famoso por el documental de 1944 sobre su última acción de combate, y más adelante por la película de 1990. Además, es opinión de este autor que el Memphis Belle está en la inspiración del capítulo «La misión», de la serie Amazing Stories, que recomiendo ver.
US Air Force (1943). «Memphis Belle Crew». Dominio Público.
Los nose art representaron también a personajes de ficción populares, como fue el caso de los de Disney, poniendo la fábrica de sueños a cinco de sus dibujantes a esta tarea. Parece que el copyright sí se podía poner al servicio de la patria...
Una forma más de decorar los aviones era con ilustraciones cómicas que buscaban burlarse de los enemigos o incluso amenazarlos, de nuevo con una mezcla de superstición e intento de levantar el ánimo de los soldados. A esta tarea intimidatoria y estimulante ayudaba otra costumbre, la de marcar con un símbolo sencillo el número de enemigos derribados o misiones completadas. Podían ser dibujos de bombas, esvásticas...
Como curiosidad, señalar que en los Estados Unidos solo los aviones de la Fuerza Aérea decoraron con nose art sus aviones, estando esta práctica totalmente prohibida en la Armada, aunque es posible encontrar la foto de algún mini submarino decorado así, al igual que en alemanes o británicos.
Incluso los de la Fuerza Aérea estuvieron a punto de dejar de decorarse cuando grupos religiosos conservadores de EEUU vieron las imágenes de las pin up y protestaron. De hecho, el Alto Mando prohibió formalmente los nose art. Sin embargo, los mandos en el frente lo siguieron permitiendo, por el efecto negativo que habría tenido sobre la moral hacerlas quitar.