Número: 220.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

220 > Ambientación > Geografía > Bosque Primordial (Eri). Por: Francesc Almacelles

 

Bosque Primordial

El bosque primordial. Imagen de Inma Gasteiz. CC BY-SA 4.0

Dentro del Bosque de Thoriel, a caballo del Reino de Cargrum y el Reino de Thoriel, entre el Macizo Azul y la Fortaleza del pacto, se habla de que es posible encontrar el Bosque Primordial. No es que sea una parte de este, aunque su localización está dentro. Es como si un Bosque estuviera dentro de otro, siendo cada uno lo suficientemente diferente y particular para diferenciarlos.

Entre sus características más «extrañas» se pueden enumerar, según el poquísimo conocimiento que se tiene de él, que es muy probable que no esté en un lugar fijo, que puedas acceder a él, según el día, o la hora, o la estación, en un lugar o en otro distante.

Que por mucho que quieras y lo busques no lo encontrarás y solo será posible acceder si vas despistado o pensando en otras cosas. De repente te darás cuenta que ya no estás en la parte que conoces y te ves dentro del Primordial. Si eres rápido en fijarte en este detalle es posible que puedas desandar los pasos y conseguir salir. Como te internes bastante en él prepárate a no volver atrás.

Algunos piensan que hasta existe en otros bosques de toda Eriloe, aunque básicamente su entorno más normal sea el de Thoriel. Si se cree lo que contó, un jovencísimo elfo se perdió dentro de él y muchísimos años más tarde volvió a su tierra. Decía que después de bastantes días pudo salir, pero ya no estaba En Cargrum, o Thoriel. Comentaba que apareció en la Cordillera de Levante, en el Reino de Corus y que había dedicado toda su vida a ganarse la vida para poder volver a ver su tierra natal. Hay gente que no da crédito a semejante patraña, dicen.

Existen unos pocos «eruditos» del tema que postulan que realmente el bosque existe como uno portal que no llegó a ser destruido y que se fusionó con su entorno, dando lugar a este paraje. Y su extensión también se pone en duda, que sea siempre la misma y que en ciertas ocasiones pueda ocupar pocas hectáreas y en otras llegar a ser infinito.

Una vez dentro y te das cuenta de ello aprecias que has sido transportado a otro mundo, a un lugar donde los árboles son gigantes y las plantas son de un verde intenso, un marrón brillante o alguna gama de color que no se puede identificar. Las hojas de los árboles se entrelazan creando un dosel que filtra la luz del sol, dejando pasar solo algunos rayos. La atmósfera es húmeda, a veces fresca y a veces viciada, y el aire huele a musgo y a tierra.

Los árboles del bosque primigenio son diferentes a los que se encuentran en otros lugares. Sus troncos son gruesos y nudosos, y parecen tener vida propia. Hay árboles de todas las formas y tamaños, algunos tan altos que no puedes ver su cima. Otros tienen ramas que se extienden por todo el bosque, creando un laberinto natural. Y las plantas son únicas y raras, muchas de ellas casi extintas. Hay helechos que se elevan por encima de tu cabeza, musgos que cubren cada rincón y arbustos que se abren paso entre las rocas.

Los animales que viven en él son muy antiguos. Hay aves que no se encuentran en ningún otro lugar, mamíferos que se han adaptado al entorno y reptiles que parecen haber evolucionado de manera diferente a los de otros bosques. Hay peligros ocultos, como criaturas de raza desconocida que han vivido allí durante milenos y que no están dispuestas a compartir su hogar.