Llego hasta aquí



 Exo
 Ayudas
    Afición (82)
    Ambientación (339)
    Reglas (238)
    Equipo (280)
    Sucesos (254)
      Tramas
    Aventuras (183)
    Preg./Resp.
 Por autor
 Productos
 Enlaces
 





Licencia Creative Commons para el texto de la web (quedan excluidas de la licencia CC las ilustraciones)


martes, 3 de diciembre de 2024


 

Los Telmitas: secretos desvelados

Telmitas

Nota: todo lo que viene a continuación es información extraída del libro Los Telmitas: secretos desvelados (3.412 dV.), de la periodista Vanesa Echegaray.

Historia

La Sociedad Telmita, también conocidos simplemente como los telmitas, es una de las religiones más secretistas de la galaxia. Este pequeño culto no pasaría de ser una mera curiosidad sin mayor relevancia si no fuera porque la mayoría de sus miembros son personas extremadamente influyentes en los círculos empresariales, políticos y académicos de la R.F.P., con lo que la influencia que son capaces de ejercer es considerable.

La Sociedad Telmita fue fundada en el año 2.732 dV. por dos miembros de la Cofradía Escarlata, la más elitista de las fraternidades estudiantiles de la Universidad de Vettera. Los dos estudiantes, ambos humanos y de buena familia, se llamaban respectivamente Telma Smitz (principal ideóloga que luego daría nombre al grupo) y Eral Gasón. Ambos estaban desencantados con el ambiente frívolo y la falsa camaradería que se respiraba dentro de su hermandad estudiantil.

Durante un cursillo de verano de la Universidad, los jóvenes entraron en contacto con las ideas radicales de Jacques Mycroft, profesor de la asignatura de Teología Exótica de la Facultad de Filosofía. Dentro del mundillo académico vetterano, el profesor Mycroft tenía fama ser un defensor de teorías revolucionarias, por no decir que incluso extravagantes. Tras ese seminario de verano y con el asesoramiento de Mycroft, fue donde Smitz y Gasón abandonaron su cofradía y comenzaron a gestar las ideas que pronto reciclarían en un dogma que integraba el misticismo ascético con el materialismo económico más descarnado, así como con una visión elitista de la sociedad republicana.

El primer grupo de telmitas se formó a lo largo del curso siguiente en el seno de la facultad de Ciencias Galactopolíticas y, desde entonces y hasta ahora, los telmitas han estado ineludiblemente vinculados a la Universidad de Vettera. Al principio, la sociedad solamente admitió miembros humanos hasta el año 2.992 dV., fecha en que, repentinamente, se abrió a los miembros de otras especies por aún motivos desconocidos.

En realidad nadie sabe a ciencia cierta a qué actividades se dedican los telmitas tras abandonar la universidad. Aparentemente solamente se trata de hombres de negocios y profesionales liberales de lo más vulgar, aunque casi todos ellos con un gran éxito en su carrera profesional. Frecuentemente han sido catalogados como un culto místico o movimiento religioso porque fue en esa categoría asociativa en donde ellos se inscribieron en el Registro de Asociaciones de la Universidad de Vettera, aunque está claro que esto es probablemente no es nada más que una cuestión de pura conveniencia. Sin embargo, no se les conocen auténticas prácticas religiosas aunque sí se sabe que realizan ceremonias secretas a las que solamente los iniciados pueden participar.

Es precisamente el aura de secretismo y elitismo que la rodea lo que le ha acarreado la mala reputación que persigue a la Sociedad. Sus detractores afirman que realizan tenebrosos rituales orgiásticos, así como que encubren los delitos cometidos por los demás miembros de la Sociedad. En la Universidad de Vettera, los telmitas están bastante mal vistos por la mayoría de los demás estudiantes, quienes les consideran una versión incluso más clasista, secretista y exclusivista que las habituales fraternidades estudiantiles (pese a que muchos de ellos harían lo que fuese por poder ser miembros). Los telmitas se defienden afirmando que no son nada más que un club de debate filosófico con exigentes criterios de admisión.

A pesar de las acusaciones de secretismo, en realidad es posible saber quiénes pertenecen actualmente a la Sociedad Telmita. Hasta hace apenas tres décadas, a través del Canal Estudiantil de Holovisión de la Universidad se anunciaban públicamente los nombres de los nuevos miembros de esta organización, que más que secreta era discreta. Sin embargo, esta costumbre de filtrar voluntariamente los nombres a los medios fue abandonada tras la algarada universitaria del año 3.438 dV., ya que la sede de la Sociedad dentro de la Universidad (un edificio llamado "La Mansión") fue asaltada y saqueada por un grupo de estudiantes sublevados. Algunos de los telmitas reconocidos fueron retenidos en contra de su voluntad y juzgados por el delito de "Clasismo manifiesto e insufrible arrogancia" por un tribunal formado por otros estudiantes. Desde entonces se ha interrumpido la costumbre de "revelar" al público la identidad de los nuevos telmitas. Sin embargo, la práctica de "destapar" los nombres de los telmitas ha sido asumida desde hace unos años por un tabloide solnudista del campus conocido como Noticias desde el Sol. Aunque no siempre resulta posible adivinar la identidad de todos los integrantes, los responsables de Noticias desde el Sol se esfuerzan por destapar las actividades de éste y de otros grupos de la Universidad cuya ideología se opone a la suya propia.

Resumiendo, mientras que los nombres de los actuales miembros de la Sociedad y las actividades que estos llevan a cabo no son oficialmente divulgados, de hecho es de dominio público quiénes son al menos parte de sus integrantes.

Membresía

La sociedad recluta a sus nuevos aspirantes entre los alumnos que se encuentran en el año previo al de su graduación. Tradicionalmente, los telmitas captan a los suyos entre los "números uno" de cada promoción pertenecientes a las carreras más "prestigiosas" del campus: Derecho, Económicas, Empresariales, Ciencias Galactopolíticas, etc., así como entre los mejores jugadores de pel·les de la Universidad y los más destacados miembros del, casi legendario, Departamento de Cartografía Galáctica de la Universidad.

Muchas figuras influyentes de la historia de la R.F.P. han formado parte de la Sociedad Telmita, y también existen familias influyentes que han tenido en ella a múltiples miembros a través de sucesivas generaciones. Los telmitas cuentan entre sus filas al menos a tres presidentes de la República así como a banqueros, militares, magnates de los medios de comunicación, jueces de los más altos tribunales federales y, por supuesto, hombres de negocios y destacados senadores de toda la R.F.P.

Según un reportaje emitido recientemente por "20 horas con...", la composición de la Sociedad Telmita es muy variada. Se calcula que un tercio de sus miembros pertenece al mundo de la política y el resto al de las finanzas, la judicatura federal, los medios de comunicación, el comercio y la industria, con una pequeña minoría de militares (la pertenencia a este tipo de grupúsculos semisecretos no está bien vista entre los jerarcas militares republicanos). Algunos telmitas reconocidos o personajes públicos sospechosos de serlo son:

  • César Ayala. En el pasado, algunos de sus enemigos políticos han acusado al Presidente Ayala de pertenecer a los telmitas. Hace quince años, los telmitas hicieron público un comunicado en el cual desmentían la pertenencia de Ayala a la Sociedad. Sin embargo, existen indicios que señalan que lo que sí es cierto es que al joven Ayala le fue ofrecido un puesto en la sociedad cuando cursaba su penúltimo año de Derecho en la Universidad de Vettera. Al parecer, el que más tarde sería presidente de la R.F.P. declinó amablemente la oferta.
  • Elisenda Baaras. Antigua jefa de gabinete del Ministro de Finanzas, con importantes conexiones empresariales en toda la R.F.P. Quien en otro tiempo aconsejó a la anterior administración, trabaja ahora como asesora externa para multitud de corporaciones. En base a sus consejos se toman muchas de las más importantes decisiones económicas de la República.
  • Dorian Quesser. Este antiguo senador de la R.F.P. preside actualmente una fundación que lleva su nombre, parcialmente subvencionada por el Senado Federal. Esta institución lleva a cabo proyectos de ayuda y concesión de microcréditos a zonas deprimidas, por el cual se conceden préstamos a muy bajo interés a pequeños y medianos empresarios de los planetas más desfavorecidos.
  • Fatma Green. Miembro del consejo de administración del todopoderoso Banco Silano y telmita reconocida. La influencia de este organismo en la economía galáctica es inmensa. También lo es la suya personal, ya que la Green ha estado desde siempre vinculada a los grupos de presión ultraconservadores de la R.F.P.
  • Pilca Sagasta. Prestigiosa científica que ha admitido públicamente ser miembro de los telmitas. Nieta del profesor Eloy Sagasta, que también fue miembro de la Sociedad y la persona que enunció por primera vez la teoría del punto finito-infinito. La profesora Sagasta es responsable de varios proyectos de investigación del Departamento de Cartografía Galáctica de la Universidad de Vettera.
  • Almirante Nicolás de Aguirre-Idígoras y Pinoñes. Antiguo pupilo y oficial al servicio del Almirante Cunningham, y durante mucho tiempo miembro de su círculo íntimo. El Almirante Pinoñes, actualmente en la reserva, fue condecorado en su día con la Medalla de la República (el más alto honor que puede recibir un militar) y más tarde acusado de ser responsable de crímenes de guerra durante las operaciones militares de la campaña de Castelmir. Los cargos fueron desestimados por la corte marcial encargada de juzgarle. En los últimos años parece haberse distanciado de su mentor.
  • Ed Thiers. El adusto ex-alcalde de Vettera ha sido acusado en repetidas ocasiones de pertenencia a los telmitas, si bien éste siempre lo ha negado vehementemente. Se dice que planificó concienzudamente su entrada en la Sociedad desde sus primeros años en la facultad, y que a raíz de su pertenencia a ésta pudo surgir su, ya legendaria, enemistad con el Presidente Ayala.
  • Vladimir Madel. Multimillonario corporativo y miembro reconocido de la Sociedad. Durante setenta años este miembro de la influyente dinastía Madel (principales accionistas de Industrias Babup) fue el principal responsable de llevar las riendas de la macroempresa. A sus casi 120 años de edad, el anciano Vladimir ha comenzado a desear ser recordado por su labor como mecenas artístico y sus múltiples obras benéficas.
  • Irya Soros. Tyrano. Actual Rector Consejero de Planificación y Marketing de la corporación Hegaton Mts. Considerado un niño precoz, un maestro de las matemáticas y un auténtico genio de las finanzas, así como uno de los diez solteros más sexys de la galaxia del pasado año por la revista Solteros de Oro. Al amparo de la Sociedad, su ascenso dentro de la mayor corporación de la galaxia ha sido auténticamente meteórico.
  • Gigi Ciccerone. El conocido modelo, actor y presentador se ha convertido en un carismático icono y defensor de la revolución sexual y la libertad personal. Su pertenencia a la Sociedad Telmita es meramente especulativa, ya que el popular ídolo nunca ha negado o confirmado este hecho.
  • Actividades

    Los estudiantes telmitas se reúnen en "La Mansión". Se trata de un pequeño edificio situado en una de las zonas más caras y exclusivas del barrio universitario en Vettera. En La Mansión se dispone de unas veinte habitaciones para los estudiantes (aunque normalmente ninguno de ellos vive allí), sala de reuniones, un pequeño auditorio, gimnasio, sauna, cocina, salón de banquetes, sala de estar, habitación del pánico, caja fuerte, etc. Solamente los telmitas y los robots de mantenimiento están autorizados para entrar en el edificio y, desde los disturbios de hace unas décadas, las medidas de seguridad del edificio se han vuelto más rigurosas, incluyendo al menos a dos robots de seguridad, aunque podrían ser más.

    Se dice que en La Mansión todos los relojes están adelantados exactamente una hora para recordar a los miembros que tienen la obligación de ir por delante de los demás. Además, existe una leyenda urbana que asegura que cuando los estudiantes irrumpieron en La Mansión hace tres décadas, descubrieron que los telmitas guardaban una urna blindada que contenía los restos de uno de los últimos líderes aolha, robados de su tumba y al parecer sustituidos por un duplicado. La veracidad de esta aseveración nunca ha podido ser contrastada.

    En su libro, Vanesa Echegaray asegura que durante su primer año en la Sociedad, todos los miembros de la misma se reúnen varias veces por semana para llevar a cabo debates y exámenes del rendimiento académico de los demás, probándose continuamente unos a otros para llevarse mutuamente hasta el límite. El objetivo de estos encuentros es crear un vínculo duradero entre ellos una vez hayan dejado la universidad, en lugar de que su relación solamente perdure durante su permanencia. Al parecer, los miembros también pasan bastante tiempo debatiendo acerca de temas de la actualidad política y económica galáctica. La periodista también afirma que, cada noche, cenan todos juntos usando una lujosísima vajilla de platino que perteneció a la antigua familia real vetterana.

    Símbolos

    Desde el 2.873 dV., los telmitas han venido usando como símbolo una especie de T blanca y azul (colores oficiales de la Sociedad), con el número 1890 debajo.

    El número 1890 es algo así como la "cifra clave" del grupo. Por motivos desconocidos para los no iniciados, el 1890 es considerado por los telmitas el "número perfecto" que abarca en sí mismo cualquier otro número. De hecho, la Sociedad Telmita está formada por, exactamente, 1890 miembros, un número que permanece constante en todo momento. Cuando un telmita fallece, los "compañeros" (ver más abajo) reciben el encargo de buscar un nuevo "aprendiz" que lo reemplace cuanto antes.

    Responsabilidades

    El polémico libro de Echegaray asegura que los nuevos miembros reciben nuevos nombres secretos, que solamente usan durante los rituales secretos del grupo y en presencia de otros telmitas. También asegura que se llaman a sí mismos "devotos", y que simultáneamente llaman a todos los demás "profanos". También asegura que los telmitas recién captados reciben el grado de "aprendiz", mientras que los que están en su último año de universidad son llamados "compañeros", y los que ya se han graduado (la aplastante mayoría de la Sociedad) reciben el título de "maestros".

    Una de las principales responsabilidades de los compañeros consiste en seleccionar a los aprendices del año siguiente que deberán reemplazar a los maestros fallecidos durante ese año. Este proceso es denominado la "captación", y se trata de una simple invitación abierta a los candidatos para unirse al grupo. A partir de ese punto y hasta el día de su graduación en la universidad, los miembros captados se citan en La Mansión todas las tardes, para debatir entre ellos y recibir adoctrinamiento en los misterios de la Sociedad de manos de los miembros más experimentados. En ocasiones, reciben la visita de algún maestro de la Sociedad que les instruye en materias prácticas.

    Pero todo lo aquí anotado se refiere únicamente a los miembros de la Sociedad Telmita de la Universidad de Vettera, los aprendices y compañeros. Las actividades y objetivos de los maestros telmitas una vez que han abandonado la Universidad continúan siendo un completo misterio para la opinión pública.

    Más allá de la Universidad: la estación Van Root

    La estación espacial Van Root es un satélite de propiedad privada perteneciente a la Sociedad Telmita, el cual gira en torno a Vettera en una órbita estable desde hace más de quinientos años. Este lugar es mantenido como club social y sede de los telmitas que ya han dejado atrás la universidad. Entre las instalaciones del satélite se encuentran habitaciones para todos los miembros (sí, para los 1890), una pequeña pista de pel·les, numerosas dársenas de atraque para naves privadas y un gran anfiteatro. El satélite Van Root sirve como lugar de reposo y reunión para los maestros telmitas, y es el lugar que se emplea para celebrar las reuniones de la sociedad, que se celebran, nada sorpresivamente, cada 1890 días.

    Oficialmente, el Satélite Van Root es una propiedad privada gestionada por el Club Social del Satélite Van Root. En la práctica, este club solo está formado por telmitas y no admiten a nadie que no lo sea. Según los datos recopilados por la investigadora Vanesa Echegaray, aunque hasta hace cien años el satélite era un sofisticado lugar de descanso. Muchos de los actuales telmitas (del momento de publicación de su libro, hace ya varias décadas) consideraban que el antes lujoso satélite era un pedazo de chatarra orbital que, el día menos pensado, se abatirá sobre Vettera. De eso hace ya varias décadas y el satélite sigue permaneciendo en uso, suspendido en el cielo e invisible por las luces del planeta-ciudad. Al parecer está en tan malas condiciones que es posible que los telmitas estén planteándose cambiar su cuartel general, posiblemente a alguna luna deshabitada en algún sistema solar cercano a Vettera.

    Teorías conspirativas

    A través de los años, se ha arraigado la creencia de que los telmitas han participado en todo tipo de actividades ilegales, y han surgido todo tipo de especulaciones en torno a la orden como son: su intervención en la guerra Sheller, el tráfico de influencias en el Senado de la República, los ritos orgiásticos que llevan a cabo sus miembros, los tratos con las mafias vetteranas o que están en posesión de los restos óseos de uno de los últimos líderes aolha, entre otras historias de terror. Una de las que más ha perdurado en el campus de Vettera es la de que los miembros que intentan abandonar la Sociedad suelen morir en extrañas circunstancias.

     

     

    Diario Sombra:

    Subscríbete en Feedly

    Redes Sociales:



    Grupos de jugadores:




    Cita

    «Solo los prudentes llegan tarde.»

    Victor Manuel III