Nº: 246 . 3ª época. Año VI
Semillas: El canto de las conchas Por: Francesc Almacelles
 
 
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El canto de las conchas

[C]Semilla de aventura para Cunia Oscura

Un pescador del puerto aparece muerto en extrañas circunstancias. El cadáver no muestra violencia evidente, pero su rostro está contraído en una mueca de puro terror. Los rumores dicen que, antes de morir, lo habían visto con una bolsa en la que llevaba "algo" que había encontrado en las redes. Esa bolsa ha desaparecido.

La Dirección puede soltar el gancho de varias maneras:

  • Los PJ encuentran el cadáver directamente (porque patrullan la zona, porque alguien los contrata, porque simplemente pasan por allí)
  • Alguno de sus contactos les habla del pescador y del objeto misterioso
  • Una de las dos organizaciones, Lázaro (24341Ver) o Custodios (24644Ver) los recluta o presiona para que se involucren en el asunto. O bien ya pertenecen a una de estas organizaciones

El objeto que había encontrado el pescador no es otro que el brazalete de las mareas (24563Ver) que cambia de manos rápidamente. Primero, alguien del mercadillo lo exhibe sin saber lo que es. Luego, un coleccionista extravagante lo compra "por capricho". Después, desaparece de su casa tras un robo que nadie denuncia oficialmente. Lo que parece un adorno barato va despertando interés, y cada vez que se activa, aunque sea torpemente, deja tras de sí un rastro inquietante:

  • Gaviotas que se estrellan contra las ventanas
  • Olas que se levantan donde no deberían
  • Susurros de ahogados que confunden a cualquiera que esté cerca

Ni Lázaro ni los Custodios quieren que ese objeto quede suelto en las calles. La primera organización quiere destruirlo antes de que alguien aprenda a usarlo bien. La segunda, guardarlo y custodiarlo, aunque eso implique hacerlo funcionar.

Si pertenecen a Lázaro, la misión será recuperar el brazalete y eliminar toda huella de su existencia. Eso puede incluir eliminar testigos, silenciar rumores o incluso engañar a la policía para que archive el caso del pescador.

Si pertenecen a los Custodios, deberán asegurar el brazalete y traerlo a un lugar seguro, probablemente su red de almacenes ocultos. El reto no es solo hacerse con él, sino hacerlo sin que nadie más sospeche.

Y si los PJ no quieren ser parte de ninguno de los dos bandos, el brazalete puede caer en sus manos por accidente. En ese caso, pronto ambos bandos los buscarán.

Posibles pistas y rumores:

  • El mercadillo del puerto: un anciano vendedor recuerda haberlo tenido en su puesto, aunque asegura que el objeto "hacía un ruido raro" y que prefería quitárselo de encima
  • El coleccionista: un empresario venido a menos, con una casa atestada de rarezas. Puede estar vivo o muerto según el ritmo que se quiera marcar
  • El robo: quienes lo perpetraron no tenían ni idea de lo que se llevaban. Puede ser una banda de chavales o alguien con demasiada prisa por venderlo en el mercado negro

Dependiendo de quién lo active, se decide qué efecto provoca de entre los que se le conocen. La persona o grupo pueden ser: un culto improvisado que se reúne para ver el ritual, una fiesta privada que acabará en desastre o un político influyente que, en secreto, quiere usarlo para su propio beneficio.

Si los PJ son de Lázaro, deben decidir si el brazalete realmente puede destruirse. ¿Y si al hacerlo liberan algo peor?

Si son de los Custodios, ¿lograrán guardarlo en secreto sin que el mundo sepa lo que ha ocurrido?

Si no pertenecen a ninguno, pueden encontrarse atrapados entre los dos bandos, teniendo que elegir en quién confiar.

 
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