Número: 51.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

51 > Ambientación > Personajes > Nelson Ortiz (Exo). Por: Sergio Jurado

 

Nelson Ortiz

Nelson Ortiz

"Veo aquí a muchos que piensan que la guerra es algo glorioso. No pueden estar más equivocados. La guerra es el vacío que devora el alma de los soldados."
- La guerra es el vacío. Último discurso de Nelson Ortiz ante los cadetes de la RAOO.
Cinco de Maku del 3446 dV.

Historia

El Generaloberst Nelson Ortiz, llamado originalmente Guillermo Lancaster en su partida de nacimiento, nació hace noventa años en Voalzeno, un planeta del sistema Mohizaab (sector Cahir) en donde los humanos eran la especie minoritaria. Su padre, Edgar Lancaster, era un funcionario de mediano nivel de la administración planetaria. Su madre, llamada Idoiana, dejó su trabajo cuando contrajo matrimonio. Guillermo era el tercero de los cinco hijos de la pareja, cuatro chicos y una chica.

Edgar Lancaster desapareció repentinamente cuando Guillermo solamente tenía diez años, abandonando a su mujer y sus hijos a su suerte. A pesar de que Idoiana intentó con todas sus fuerzas sacar adelante a su familia por medios honrados, finalmente tuvo que dedicarse a actividades delictivas. Eventualmente fue detenida por tráfico de drogas y condenada a veinte años de prisión. Los servicios sociales se hicieron cargo de los niños.

Los cinco hermanos fueron separados y dispersados por diversos hogares de adopción de todo el planeta. Guillermo fue a parar a la casa de un tal Wayne Ortiz. Ortiz era el anciano Otismo (máximo líder religioso) de la rama local de la fe sama'a, una religión extremadamente reaccionaria y austera. Debido a su condición de sacerdote, Ortiz tenía prohibido casarse o incluso mantener contacto sexual con mujeres, pero no adoptar hijos. El padrastro de Guillermo resultó ser una persona extremadamente fervorosa y recta que impuso una severa disciplina al joven, el cual apenas contaba quince años de edad. Los Lancaster habían sido formalmente ateos, pero su nuevo tutor le forzó a convertirse a su fe y a renunciar a su antigua identidad, cambiándole el nombre legalmente por el de Nelson Ortiz. Pese a todo, años más tarde Ortiz siempre usaría el nombre de Guillermo en su vida privada y con sus amigos más íntimos.

Idoiana, desesperada por haber perdido a sus hijos, terminó por buscar consuelo en las drogas que antes se había limitado a distribuir. Nunca abandonó la prisión, ya que falleció debido a una sobredosis accidental poco antes del final de su condena. Su hijo mayor, Álvaro, nunca fue adoptado y se crió en un orfanato. Con la ayuda de una beca estudió Derecho, se casó, tuvo hijos y llegó a convertirse en juez, cargo que sigue ostentando hasta la fecha. Guillermo y él se han visto en media docena de ocasiones y mantienen una relación bastante cordial. Ya desde pequeño su segundo hijo, de nombre Julen, sintió inclinaciones artísticas; fue un cantante bastante conocido en su planeta natal hasta que murió en un accidente de aerodeslizador hace unos años. La familia adoptiva de su hermano menor, Hugh, emigró a la R.F.P., en donde actualmente éste trabaja como empleado del Banco Silano. Nelson y él nunca se han visto en persona. De la más pequeña de la familia no se sabe nada; los datos del registro de adopciones fueron borrados como daño colateral del ataque de un hacker a la base de datos del comité planetario de adopción.

La siguiente década fue un auténtico infierno para el joven Nelson. Su padrastro, enfrentado con muchos de los demás líderes sama'anicos locales, le preparó con fanática intensidad con la secreta intención de que, cuando llegase el momento, éste estuviera preparado para sucederle en el cargo. Lo logró, aunque solo gracias a la férrea disciplina que impuso en todos los aspectos de la vida de su hijastro, especialmente en los estudios del Xii'tan, los sagrados libros de Sama. Nelson pronto aprendió a complacer al viejo Wayne en todo; lo que fuera para no provocar su furia y así evitar sentir el ákot (una especie de bastón de combate usado por algunos sama'aistas) del viejo en sus carnes.

A la edad de 26 años, el joven Nelson era capaz de recitar de memoria más pasajes del Xii'tan que cualquiera de los sacerdotes que le doblaban la edad. Sin embargo, a pesar de tantos años de estudios religiosos, humillaciones, golpes, y sesiones de lavado de cerebro, en realidad no creía en absoluto en la fe sama'anica, y aun mucho menos sentía deseos de convertirse en el nuevo Otismo de Voalzeno.

Sabedor de que los fanáticos feístas (los "defensores de la fe", unos fanáticos guerreros sagrados sama'aistas) nunca permitirían que el hijo del Otismo apostatase de la "verdadera fe", buscó durante meses la manera de huir. Sin dinero, posesiones ni habilidades valiosas con las que comprar un pasaje en una nave, la única opción que le quedó fue acudir a un centro de reclutamiento y alistarse voluntario en la Volksarmt, la antigua Armada Imperial.

Desde el mismo momento en que estampó su huella en la solicitud, Nelson pasó a estar bajo la protección del Imperio de Oeon. Solamente volvió a pasar por su casa para recoger un par de mudas y robar el ákot del viejo Wayne. En el instante en que la nave que le llevaba hacia el centro de entrenamiento se alejaba de la órbita de Voalzeno, supo que ya ni su padrastro ni el resto de sus fanáticos correligionarios podían volver a tocarle...

El soldado Ortiz sobresalió por sus excelentes resultados pero, curiosamente, no por el carácter disciplinado que más adelante le caracterizaría. En sus propias palabras: "supongo que durante el adiestramiento no me comporté como un buen militar, ya que nunca me concedieron ningún rango ni me encargaron ninguna atribución especial; fui un simple soldado raso durante todo el tiempo. El viejo sargento esperaba que me comportase como un androide, algo que tras haber escapado de mi padrastro yo ya no estaba dispuesto a hacer más. A pesar de que al final tenía mejores puntuaciones que el resto de mis compañeros, acumulé deméritos suficientes para caer del primer puesto de la promoción al cuarto. Supongo que, inconscientemente, estaba deseando que me expulsasen".

Pese a todo, Ortiz logró graduarse con el rango de obercampmark (equivalente a cabo). Fue destinado a las instalaciones de Fenlos IV, en donde la Volksarmt mantenía un puesto de comunicaciones con una dotación de menos de doscientas personas. Mientras que la mayoría de sus compañeros eran destinados a lugares mucho más interesantes, Ortiz tuvo que conformarse con patrullar una luna semidesértica y habitada únicamente por algo de vida vegetal y un puñado de seres unicelulares. Sus escasos deberes en la base le dejaban muchísimo tiempo libre, tiempo que aprovechó para explorar en solitario el árido planetoide montado en un destartalado FPI-1. Fue durante una de esas "excursiones" cuando Ortiz descubrió por casualidad unas ruinas subterráneas, las cuales evidenciaban que en el pasado otra civilización, una aparentemente bastante avanzada, había dejado su huella en Fenlos IV. Por esta "acción meritoria" Ortiz recibió una felicitación y fue ascendido al rango de dernant. El oficial al mando de la base, dándose cuenta de que el talento y la iniciativa naturales de Ortiz estaban siendo desaprovechadas en ese lugar, recomendó su inmediata admisión en la Real Academia de Oficiales de Oeon.

Allí, al contrario que en su anterior formación, su desempeño fue mucho más notable, culminando el ciclo de formación en el segundo puesto de su promoción. Se graduó con el rango de aptman y fue destinado a bordo del OEO Tantor, bajo el mando del carismático Generaloberst Kepa del Peral. A esta época es cuando se remonta su conocida animadversión hacia el Ubërgeneraladmiral Lombardi.

En el año 3405 dV., la Tantor participó en un enfrentamiento contra una fuerza incursora verriana. Cuando las armas de la Tantor quedaron inutilizadas, Lombardi no dudo en dar la orden de acometer la nave insignia enemiga, lo que causó la destrucción de ambas. Aunque en la maniobra de Lombardi estuvo la clave de la victoria del bando oeoniano, y aunque Lombardi y Ortiz sobrevivieron a la batalla, el malogrado del Peral no tuvo tanta suerte, cayendo junto a muchos de sus soldados cuando un caza verriano destruyó su indefensa cápsula de escape. Además, mientras que Lombardi salió milagrosamente ileso de la batalla, Ortiz apenas sobrevivió a la apresurada evacuación. Debido a un accidente, Ortiz quedó expuesto al vacío espacial y sufrió la congelación de sus manos. A pesar de que gracias a los mejores cuidados médicos posibles se recuperó casi por completo, su carácter antes alegre nunca volvió a ser el mismo y se volvió seco y arisco. A pesar de los años transcurridos, Ortiz nunca ha perdonado a Lombardi la pérdida de tantos amigos y camaradas, y mucho menos de Kepa, a quien consideraba su mentor.

En el 3407 dV. Ortiz fue ascendido a obersdernant (equivalente a capitán). Poco después contrajo matrimonio con Genoveva del Peral, hija de su antiguo oficial superior. A instancias de su esposa solicitó una excedencia, la cual le fue concedida. Ortiz comenzó a trabajar en una pequeña corporación textil del planeta Cordel. Sin embargo, el duro militar en el que, pese a sí mismo, se había convertido no supo adaptarse de nuevo a la vida civil. El comportamiento desordenado de los eisil, la segunda raza más numerosa de Cordel, llegó realmente a sacarle de quicio, llegando al punto de provocarle problemas de stress laboral. En el 3411 dV. Ortiz solicitó su vuelta al servicio activo; poco después de su reingreso llegó a afirmar: "prefiero comandar a mis hombres contra un enemigo tres veces superior en número que tener que volver a hacer negocios con un eisil".

Entre los años 3414 y 3446 dV., y a instancias de su mujer, Ortiz aceptó un puesto como oficial-instructor en la RAOO, la Real Academia de Oficiales de Oeon. Durante este tiempo tuvo dos hijos, Santiago y Alicia. Eventualmente, fue ascendido al grado de generaldernant.

En el 3446 dV. le fue ofrecido el mando de un importante arsenal de la Volksarmt sito en el sistema Syl 1235. Ahora que sus hijos ya eran mayores y tras consultarlo con su esposa decidió aceptar, dejando a su familia en la capital. Durante la siguiente década fue el comandante al frente del arsenal, enclavado en el corazón de los sectores que apoyaban el movimiento radical de la Voz.

A finales del año 3458 dV., después del colapso del Imperio, muchos de los gobernadores planetarios de los sectores Noro y Syl 1235 exigieron que las instalaciones de la Armada les hicieran entrega de su stock de armamento, para así pertrechar a las milicias de voluntarios que estaban creándose para luchar contra Furis de la Rosa. En vez de ceder a las presiones y a pesar de que hacía semanas que no recibía órdenes de sus superiores, Ortiz prefirió resignar y ceder el mando a su segundo, enviando un mensaje a los líderes locales que decía que "a pesar de que personalmente simpatizo con su causa, bajo ningún concepto puedo actuar o pensar siquiera en actuar en contra de los intereses del legítimo gobierno de Oeon". Junto a los soldados que quisieron seguirle tomó una nave de transporte, cargó en ella todo el material que pudo llevarse y regresó a Oeon, dejando el resto a disposición de las tropas de la Voz.

Una vez de vuelta en su hogar, su cuñado le buscó trabajo en la empresa de robotaxis de la que era gerente, un puesto que apenas ocupó durante unos pocos meses antes de que su presencia fuera solicitada ante el Alto Mando.

En el marco de las reformas emprendidas a raíz del llamado Expediente Tetio y con la urgente necesidad de cubrir gran cantidad de puestos de oficialidad, le fue ofrecida la posibilidad de reintegrarse a la nueva Reichsarmt con el rango de generaloberst.

Durante los últimos cinco años Ortiz ha participado en diversas misiones bélicas, principalmente operaciones de pacificación de planetas conflictivos o sospechosos de albergar expectativas de secesión. La última misión de Ortiz ha sido la más dificultosa y conflictiva de todas en las que jamás haya participado. Asignado como comandante de las tropas de desembarco del OEO Tao-Lin, allí se encontró compartiendo el mando con su detestado Lombardi, con el que mantuvo una agria disputa que llegó al punto de entorpecer el transcurso de la misión. Tras el reluctante respaldo del Comité Supremo a Lombardi, el resentimiento de Ortiz hacia el Ubërgeneraladmiral ha aumentado hasta el punto de convertirse en auténtico odio.

El pasado mes, tras el fiasco final de la destrucción de Nagasaa, el Generaloberst Ortiz fue relevado de sus funciones en el Tao-Lin y convocado a la capital para hacerse cargo de una nueva misión, una que a buen seguro le llevará de nuevo al frente de Cahir...

Descripción

A sus noventa años de edad, el Generaloberst Ortiz se mantiene en una excelente forma física gracias a sus frecuentes entrenamientos junto a sus soldados. Su pelo, que mantiene cortado al rape, aún sigue siendo mayoritariamente negro a pesar de que las canas hace ya muchos años que hicieron aparición en sus sienes. Sus fríos ojos grises siempre observan fijamente a sus interlocutores. Su boca permanece torcida en un perpetuo gesto de desaprobación. Jamás se le ha visto sonreír en público, lo que le ha hecho ganarse el apodo de "el tío gruñón" entre sus soldados. En privado y con sus allegados se relaja más, aunque todavía es infrecuente oír el sonido de su risa.

Siempre viste con un uniforme mimético, incluso cuando está embarcado y sería más práctico llevar un mono ajustado. Se dice que con ello busca demostrar su orgullo de infante espacial, marcando la diferencia con los tecnos, tripulantes y pilotos, a los que en privado considera unos "blandengues" que no saben lo que es luchar de verdad. Estas costumbres también han sido adoptadas por muchos de los hombres que sirven a sus órdenes.

A pesar de que debido a su rango ya casi nunca dirige personalmente a las tropas (como comandante en jefe permanece en el centro táctico de la nave), en batalla tiene la costumbre de vestirse con la misma armadura que estén empleando sus tropas en las operaciones. Según se dice, la imagen del generaloberst ataviado con su vieja armadura de combate y sentado en el sillón táctico resulta realmente impresionante; la viva imagen de un señor de la guerra de la época de los Años Oscuros.

Personalidad

A pesar de que a primera vista pueda parecer lo contrario, Ortiz es un hombre apasionado, en ocasiones incluso iracundo. De hecho, si tiene algún defecto como militar es precisamente ése: en ocasiones se deja llevar por la ira y pierde las formas. Ferviente patriota, en más de una ocasión ha sido acusado de "extralimitarse" a la hora de reprimir a los elementos sospechosos de sedición. De hecho, también en más de una ocasión sus tropas han sido acusadas de haber cometido tropelías contra civiles. Hasta ahora ninguna de dichas acusaciones ha progresado.

Ortiz es un hombre que lucha todos los días por dominar su temperamento y mantener una fachada de frialdad, algo que no siempre logra. En ocasiones pierde la calma y puede llegar a ser brusco o incluso desagradable con sus subordinados. Después, en privado, es probable que les pida excusas por su comportamiento. Por otro lado, siempre reconocerá sus logros y tendrá en cuenta sus ideas, algo no tan frecuente entre los militares de alto rango.

A algunos de sus subordinados no les agrada su personalidad. Ortiz sabe que tiene un carácter difícil y nunca pone trabas para que esos oficiales obtengan un traslado a otro destino si eso es lo que realmente desean. Otros terminan por tomarle la medida al "tío gruñón" y llevan años, o incluso décadas, sirviendo gustosamente bajo su mando.

Cómo jugarlo

En principio, los PJ solamente se relacionarán con Ortiz si sirven bajo su mando. Tanto si son oficiales como si son meros soldados rasos, en cualquier momento podrían verse en la situación de estar combatiendo junto al Generaloberst en la sala de entrenamiento virtual. Al igual que hace muchos años hicieran por él, en más de una ocasión ha "patrocinado" a algún soldado raso para que pudiera ingresar en la academia de oficiales. Sin embargo, no resulta fácil ganarse la atención del "tío gruñón"...

En cuanto sus tácticas militares, Ortiz es partidario de la política de "guerra total" como medio de acortar la duración de los conflictos. Considera los sabotajes de infraestructuras y centros de producción civiles medios indispensables con los que librar una guerra. En caso de tener que librar una guerra defensiva, no dudará en emplear tácticas de "tierra quemada", incluso si eso supusiera la completa ruina del planeta defendido y la muerte de miles de civiles. Tampoco está por encima de permitir el ocasional saqueo por parte de sus tropas; considera tal práctica otra forma más de guerra psicológica. En definitiva piensa que, a la larga, cualquier método es válido si sirve para evitar futuro derramamiento de sangre. Por todo esto, en algunos planetas que ha visitado no es recordado con cariño...

Estos son los precisamente motivos que han llevado a que el Alto Mando le haya elegido para llevar a cabo una serie de misiones muy especiales…

Ficha

CUE: 7 fue: 6 vit: 5 res: 6
DES: 6 agi: 3 coo: 4 vel: 4
INT: 7 mem: 7 log: 7 inv: 6
PRE: 6 car: 3 vol: 5 apa: 4
INS: 6 per: 4 int: 5 con: 4
PSI: 0 pot: 0 sen: 0 imp: 0

Habilidades (valores sin atributos)

Habilidad - Valor

Cartografía 10
Doctrina [sama'anica] 15
Logística [infantes espaciales] 16
Táctica [asalto planetario] 17
Táctica [abordaje espacial] 9
Táctica [sabotaje de infraestructuras] 4
Correr 7
Escalar 6
G+ 5
G 0 15
Nadar 6
Saltar 6
Armas arrojadizas 5
Armas blancas 10
Armas contundentes 11
Matar en Silencio 9
Pelea 7
Pistola 17
Rifle 18
Camuflaje 10
Esconderse 8
Observación 10
Orientación 11
Mando 16
Arnés multipropósito 6
Conducir 6
Demoliciones 7
Primeros auxilios 8
Traje autopropulsado 9

Capacidades Especiales

Maestro. Debido a su estricta educación sama'anica, Nelson posee la habilidad Doctrinas [Sama'a] a nivel 15. Además todavía conserva el ákot con el que su padrastro solía golpearle cuando era niño.

Defectos

Mal pulso. Como consecuencia de una vieja herida, Nelson sufre una penalización de +2 cuando hace algo con sus manos. La penalización aumenta a +3 en situaciones de peligro.
Odio a ese tipo. Ortiz siente auténtico odio por Jamal Lombardi. Llegará al punto de desviarse de su camino para dañarle. Si la oportunidad se presenta y no supera una tirada de Voluntad x3, puede llegar incluso a poner en peligro una misión con tal de perjudicarle.

Ocupaciones

Soldado de infantería
Suboficial-instructor