Telecom (telépata comercial)

Habiéndose convertido, desde su legalización y regulación en el segundo milenio tras la Declaración de Vettera, en una parte fundamental de la actividad comercial de la galaxia, el uso de telecomes es una práctica frecuente en muchos planetas, si bien continúa estando prohibida en los mundos más hostiles y radicalmente contrarios al uso de los poderes psi.

El trabajo más habitual que suele realizar un telépata comercial es el de asegurarse de que ambas partes tienen la genuina intención de cumplir con los términos del acuerdo. Muchas de las mayores corporaciones mantienen un pequeño grupo de telecomes en plantilla, si bien lo más habitual durante una negociación es recurrir a los servicios de empresas externas, con coste a cargo de todos los implicados a partes iguales. De este modo, se pretende asegurar que el telépata mantiene una posición de estricta neutralidad entre todas las partes que toman parte en la transacción.

Normalmente, los telecomes desempeñan un papel a medio camino entre un "detector de mentiras viviente" y un abogado, asegurándose de que ambas partes pretenden cumplir con los términos del acuerdo y mantienen en todo momento la buena fe negocial. Para ello, el telépata lleva a cabo puntuales lecturas superficiales, procurando ser lo menos intrusivo posible y siempre con el permiso expreso de la persona sondeada. En caso de que el telépata perciba indicios de que alguna de las dos partes está faltando a la verdad o tratando de ocultar algún dato o detalle, lo pone de manifiesto inmediatamente y en voz alta, de forma que la nueva información pueda ser tomada en cuenta de cara al cierre definitivo del trato.

En la galaxia exo, el uso de los telecomes se circunscribe casi exclusivamente al espacio humano y la Federación, con excepción de la República de Verea, en donde están taxativamente prohibidos. En Tyran y la Comunidad Verriana, las dotes telepáticas con las que cuenta un amplio segmento de la población hacen del todo innecesario recurrir a este tipo de prácticas, ya que en estas culturas la mentira y la doblez en los negocios son prácticamente desconocidas. En cuanto a los sheller, la sola idea de emplear telépatas con este fin ofende a los comerciantes de dicha especie, quienes generalmente consideran la palabra dada suficiente garantía de la honestidad de un individuo. Dado que pocos son los extranjeros que se atreverían a intentar engañar deliberadamente a un sheller y arriesgarse a sufrir su venganza, eso suele ser más que suficiente.

Nueva especialidad: Telecom (telépata comercial)

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