Estamos a 10 de febrero de 1939. Un día lluvioso en la isla de Hainan. Bajo un ligero chamizo que deja pasar más agua de la que para, Shan Hui y Ow-Yang apuran como pueden un cigarro a medias cuando Hui dice:
- Parece que ya llega el convoy de suministros -y señala el horizonte.
- No puede ser, no llegan hasta el jueves... ¡Cielos! - añade tras coger los prismáticos del puesto de observación-. ¡Es la armada japonesa!
- Otra broma de las tuyas Shan -le responde Yuan Koo que acaba de llegar para darles el relevo junto a Shu Xing. Saben que Shan es amigo de las bromas, pero Yuan tenía una extraña sensación.
Hui corre en busca del teniente Zha, al que encuentra con la mujer pálida Helena y Ang.
- ¡Vienen los japoneses! ¡Vienen los japoneses! -grita sin ceñirse al estricto protocolo militar
- ¡Dios mío! ¡Los niños! -susurra la monja.
- ¿Qué hacemos teniente?
La Caída de Hainan
Esta partida está pensada para un grupo de jugadores chinos acompañados de una mujer europea (religiosa) y un grupo de niños. Exceptuando los niños, cualquiera de ellos puede ser un personaje jugador. Puede encontrar una sugerencia para los personajes de la partida en este archivo (es un archivo excel con los datos de los personajes).
La partida se escribió para jugarla en las jornadas de Cerro Muriano y, posteriormente, en las Som Con y la introducción anterior la utilizó a modo de introducción de los personajes. Mientras pronunciaba los nombres, les pasaba la hoja de personaje. Utilicé este método para conseguir que los jugadores se sintieran inmersos de lleno en la acción. Sin embargo, nosotros tendremos que dar algunas explicaciones adicionales para el DJ.
Hainan es una isla que está entre la costa china y la de indochina (y tiene unos doscientos kilómetros de ancho). Hubiese pasado desapercibida a los japoneses de no ser porque está en una posición privilegiada que le permite controlar todo el tráfico del mar de China. Los japoneses aún no han iniciado sus operaciones contra el sur (Malasia, Nueva Zelanda), pero llevan ya varios años combatiendo contra China y esa posición saben que puede ser muy importante si quieren realizar ofensivas en la parte sur del país.
La isla es como una enorme montaña que surgiera del mar. Su pico alcanza los 1800 metros de altitud y todas sus poblaciones (la mayoría pequeños asentamientos de pescadores) están en la costa. ¿Sólo hay dos ciudades grandes: Haikou al norte con un pequeño puerto que es, además, donde está el mando de los PJ y Sanya, el verdadero puerto de la isla con una población de miles de chinos. El interior es una frondosa jungla (excepto en las partes más elevadas) y ha habido alguna actividad guerrillera (comunista), pero nada de especial gravedad. [NdA: durante la invasión japonesa de china, la hostilidad entre las fuerzas nacionalistas y las fuerzas comunistas nunca llegó a desaparecer del todo].
Los personajes están destinados en una playa, al norte de la isla y tienen dos obligaciones: la primera es ser un puesto de vigilancia costero (NdA: en el pacífico, con la ausencia de radar, los vigilantes costeros eran una de las principales formas de controlar el tráfico marítimo) y la segunda es proteger y custodiar un pequeño orfanato de niños europeos afincado en ese lugar. ¿Qué hacen unos niños europeos en una isla china del Pacífico? Son hijos de europeos muertos en China (en el protectorado de Shanghái, principalmente) que nadie ha reclamado. No son hijos de diplomáticos ni de oficiales del ejército. La mayoría son hijos de trabajadores o marinos mercantes que han tenido la mala suerte de perder a sus padres y nadie en la metrópoli tiene dinero suficiente para llevarlos a casa. Helena es la única adulta en la instalación y ella se encarga de cuidar y atender a los seis niños.
[p][Nota: la presencia de Helena, que recomendamos sea una PJ, y de los niños debe notarse durante toda la partida. Los niños no son muy grandes (entre 8 y 14 años) y se comportarán como niños: tengo hambre, estoy cansado, no quiero ir por ahí, me ha picado un bicho... La idea es que los PJ lleguen a odiarlos un poco, así, cuando deban sacrificarse por ellos, será mucho más dramático.
Las tres casas son los alojamientos de los soldados y una pequeña ermita (donde duerme Helena). Una de las chozas las ocupan los niños y en las otras los soldados guardan algo de material (lonas impermeables, herramientas, etc.). El camino de la izquierda lleva a Dongfang (se podría considerar el tercer pueblo en importancia de la isla), el de la derecha lleva a Haikou y el de abajo se interna en la selva (es más un sendero) que acaba encontrándose con el camino a Quinghai y otro sendero que se introduce en las montañas.
Empieza...
Los japoneses han llegado y si haces la introducción de la partida que te sugerimos, los jugadores estarán mirando al teniente. Mírale tú también; eso mete mucha presión.
La verdad es que no hay muchas opciones. Los PJ son pocos para enfrentarse a un desembarco naval japonés. Además, por la ruta de los barcos (pueden observarla desde la playa) una parte se dirige hacia Haikou y la otra hacia el oeste (probablemente a Dongfang). Desde donde están, pueden ver que en la ciudad ya han saltado las alarmas e, incluso, puede haber algún tímido disparo de una batería contra la fuerza invasora. Un cálculo rápido les permitirá saber que si van hacia la ciudad de Haikou no llegarán antes que los barcos (ellos van andando). Además, recuérdales (mejor que lo haga Helena) que tienen una segunda responsabilidad: los niños. ¡Hay que salvar a los niños! Si los japoneses les ponen la mano encima, ¿quién sabe lo que les puede pasar? (por no decir lo que le puede pasar a una mujer europea que caiga en sus manos).
Si deciden quedarse en la posición, a la espera de acontecimientos, los japoneses no tardarán mucho en llegar. Podrán combatir contra ellos, pero la superioridad numérica acabará por pasarles factura. ¡Pobres niños!
Si deciden huir, intentarán llegar al sur (o a algún otro puerto) antes de que lleguen los japoneses.
Huída
Los personajes pueden huir en cualquier dirección, pero tarde o temprano se acabarán encontrando con una patrulla japonesa. La verdad es que avanzan hacia ellos desde las dos direcciones (este y oeste) y si se dirigen al sur (la cosa más lógica), las patrullas japonesas acabarán por darles alcance. Independientemente del lugar, el objetivo de esta escena de la partida es que los personajes practiquen con las armas, consigan un vehículo para huir más deprisa y, si eso, consigan información sobre el avance enemigo. Dos de estas tres cosas pueden ser fundamentales para su supervivencia.
Nota: Helena sabe disparar un fusil. Digamos que es una monja con un pasado inconfesable. No dudará en disparar a quien amenace a los niños.
La imagen anterior es sólo una ayuda para que puedas ubicar el encuentro. Puedes adaptarla a las circunstancias propias de la historia.
Los japoneses no esperan una resistencia muy organizada por parte de los chinos (había cierto menosprecio a las capacidades de combate de sus enemigos). Serán ocho e irán en dos vehículos: un tipo 94 y un Tipo 95 (para entendernos, una especie de jeep y un camión). Como hemos dicho, no esperan un ataque por parte china por lo que será fácil emboscarles y sorprenderles.
Nota: los soldados japoneses son bastante buenos (fácil que tengan un 20 en el arma que utilicen). Es importante que el ataque inicial (el de la sorpresa) sea bueno y esté bien organizado. Los supervivientes serán duros de pelar. Además, según la filosofía japonesa, la rendición no está prevista (y menos en esta época de la guerra).
Si tus personajes deciden enfrentarse a ellos y les derrotan, podrán quedarse los vehículos y continuar, más deprisa, el camino al sur. Sin embargo, si los japoneses les vencen y hacen prisionero a alguno, lo llevarán al campo de prisioneros. Finalmente, tus personajes pueden decidir esconderse y dejar que los vehículos pasen, proseguirán el camino del sur, pero algo más lentamente.
Si los personajes derrotan a los japoneses y se les ocurre registrarlos, encontrarán un mapa de la campaña militar:
Es posible que en vista de la información, los personajes, si no habían decidido ya ir a las montañas, lo decidan ahora. Por otro lado, ese mapa es información importante y pueden pensar que lo mejor es intentar localizar al mando para entregar la información. A estas alturas, la ciudad de Haikou habrá caído (la presencia de tropas japonesas en el camino así lo indica), el único mando operativo que puede quedar en la isla estará en la ciudad de Sanya (a 150 o más kilómetros hacia el sur).
Prisioneros de los japoneses
Es posible que en algún momento de la partida, tus personajes sean hechos prisioneros de los japoneses. Si esto ocurre (y gracias a la presencia de los niños y la mujer), les meterán en un camión y de allí les mandarán a Boao. No irán muy deprisa, ya que el camión tiene que esperar a que las vanguardias vayan abriendo camino. Sin embargo, en los arcenes de la carretera los PJ verán a muchos chinos rindiéndose al paso de las tropas enemigas. Una imagen que, sin duda, afectará a su moral.
En un momento dado, el camión se detendrá y los personajes oirán maldecir a los conductores japoneses. Para su sorpresa, el resto del convoy continuará su marcha y en unos momentos estarán solos en la carretera. Incluso los civiles, que hace un momento se estaban rindiendo, habrán desaparecido...
Un posible escenario para la avería del camión.
NdA: No es tan extraño que los japoneses dejen atrás a sus compañeros. La doctrina del ejército japonés implicaba que había que mantener el ritmo de avance y las tropas no podían detenerse por un camión averiado.
Si los personajes huyen, se internarán en las montañas intentando esconderse de los japoneses. Podrán llevarse las armas de los soldados e, incluso, el camión si son capaces de repararlo. Cruzar las montañas a pie con cinco niños no es una opción.
Si los personajes no hacen nada, los soldados japoneses terminarán de arreglar el camión y continuarán su camino. Terminarán por llegar a Boao. Allí les internarán, sin miramientos, en el campo de prisioneros de Rong Huan:
La prisión de Rong Huan está formada por un antiguo puesto fortificado (algo obsoleto) y varias torres de vigilancia unidas entre sí por alambre de espino de metro y medio de altura y unos 3 metros de ancho. No es que los japoneses hayan sido muy eficaces construyendo un campo de prisioneros, es que los chinos ya lo habían construido (lo usaban contra los prisioneros comunistas). Las instalaciones para los prisioneros son mínimas (no hay nada, ni barracones, ni letrinas, ni nada por el estilo) y todos viven en el espacio interior. Cuando el campo lo dirigían los chinos no había mucho problema porque no había muchos prisioneros, pero ahora está lleno de soldados nacionalistas, civiles, los comunistas que ya estaban y, ahora, los prisioneros, la mujer y los niños. No, los japoneses no se han apiadado de ellos y no les han dado un trato especial.
La rutina del campamento no es muy complicada: si te acercas a la valla, te disparo. Aún no han repartido comida y es posible que no lo hagan hasta que no acabe la campaña militar. Y no, hablar con el comandante no es una opción. Algún personaje podría plantearse que es fácil escaparse nadando. El problema es hacerlo con cinco niños y, bueno, los tiburones habituales de esta agua también tienen algo que decir.
Deja que pasen un par de días sin comida ni agua en el campamento. Algunas tiradas de moral y algún incidente como peleas (o que los celadores matan a tiros a uno que se estaba bañando en el agua). Si elaboran un buen plan para fugarse, no impidas que lo intenten, pero si no hacen nada, a los dos días de su estancia en la prisión, un grupo atacará el campo. No son muchos, pero suficientes para llamar la atención de todos los soldados que dejarán de vigilar a los prisioneros. Si los prisioneros se organizan, podrán acabar con alguna de las torres de vigilancia (o incluso el fortín), hacerse con armamento y escapar. El ataque ha sido organizado por la resistencia comunista y su objetivo es liberar a sus compañeros antes de que los japoneses tomen el control de la isla completamente.
Si los personajes consiguen escapar, podrán huir con los comunistas que les llevarán a su campamento de las montañas (ver siguiente apartado).
Nota: no es necesario que vayan a las montañas y las atraviesen. Los soldados japoneses han detenido su avance al llegar a Boao. No van a continuar hacia Sanya (salvo que fuera necesario) ya que la captura de ese puerto es responsabilidad de las tropas que desembarcaron en Dongfang. Si los PJ advierten que las tropas están detenidas, quizás se les ocurra adelantarlas (de forma oculta) y dirigirse a la ciudad de Sanya delante de ellas.
En las montañas - ¡Los comunistas!
Si los personajes avanzan hacia el sur, ya sea en coche o andando, llegará un momento que se tropiecen con los comunistas que vigilan esas montañas. Es posible que hayan recibido avisos previos al ver vehículos destruidos o soldados japoneses muertos en los laterales del camino. Camino, por cierto, que no es nada sencillo:
Debes tener en cuenta que si los personajes viajan en coche, este, probablemente, sea japonés y los comunistas les dispararán sin hacer preguntas. Si consiguen establecer un diálogo, el responsable del grupo (teniente) se presentará ante ellos acompañado de dos de sus hombres que no dejarán de apuntar con desconfianza a los soldados.
Según el planteamiento de oficial, los europeos no son bien recibidos. O se van o los matará. Y los soldados o se unen a las filas comunistas o son nacionalistas (y por tanto enemigos). El teniente es un muro, con mucha cabezonería y será muy difícil razonar con él. Los niños no le ablandarán y pocas cosas le separarán de su doctrina duramente aprendida: "o estás conmigo o estás contra mí".
Pueden sortear este obstáculo acabando con el grupo de comunistas. Si matan al jefe, el resto (cuatro más escondidos en la ladera de la montaña) intentarán huir. Volverán con refuerzos, así que sería interesante marcharse de ahí cuanto antes.
La otra forma de sortear el obstáculo es sugiriendo al teniente que desean hablar con su superior. Quizás eso sea lo único a lo que el teniente puede tener miedo (o mostrar algo de debilidad), a su superior en la organización. No les negará el acceso, pero les advertirá que es un viaje sin retorno. Si les lleva hasta su campamento, no podrán salir de él (¿esta exagerando?). También les dirá que su jefe considerará a la mujer y a los niños unos demonios blancos y ordenará que los maten (¿nueva exageración?). La verdad es que el teniente intenta meterles miedo para que no quieran hablar con su superior, pero en sus palabras hay algo de verdad. No es que los comunistas sean la personificación del mal, pero no pueden cuidar a mujeres y niños. Se están preparando para una larga temporada de vivir como salvajes en la jungla. El exceso de equipaje no está permitido (NdA: las milicias comunistas de la isla pasaría toda la guerra aisladas y activas en Hainan).
Afortunadamente, el responsable de los comunistas es una persona con bastante más mano izquierda que su teniente. Entenderá la situación de los PJ y les invitará a quedarse con ellos y a colaborar (atacando el campamento de prisioneros, por ejemplo). Si lo rechazan, no les pondrán muchos problemas para que se marchen, pero además de indicarles el camino no les darán mucha ayuda. No le preocupa que los PJ puedan revelar el paradero de su campamento porque ya había previsto trasladarlo esa misma noche (quizás sea eso lo que haya facilitado las cosas a los PJ).
En Sanya
Si los PJ consiguen cruzar las montañas o adelantarse a las vanguardias japonesas, cuando lleguen a la ciudad, verán un espectáculo bastante deprimente. La población civil (un mar de gente) está intentando alcanzar las instalaciones del puerto y allí abordar algún barco. Los puentes de madera que cruzan los meandros del río están a su máxima capacidad y amenazan con derrumbarse de un momento a otro. En el muelle (la zona al sur, donde pone HQ), hay soldados chinos deteniendo a la multitud (incluso con disparos) y en las dársenas se ven varios barcos con nacionalidades neutrales (Australia, Gran Bretaña, Nueva Zelanda). Desde lejos no lo verán, pero están dejando subir sólo a los europeos. En la isla norte hay menos gente, pero hay. Hay muchos disturbios y unos se pegan contra otros por conseguir un bote (la costa china no deja de estar a 100 kilómetros y es una travesía asequible para uno de esos esquifes). Sin embargo, muchos están a punto de hundirse con sobrepeso. Hay algunos botes pequeños que la gente está ignorando de momento, pero es cuestión de tiempo. ¡Ah! Los japoneses se están acercando a la ciudad y están preparando su artillería.
Los personajes son soldados y van con ciudadanos europeos lo que puede permitirles llegar a algunos sitios, pero cruzar los puentes con el muelle es tarea imposible con los niños (ya hay varias personas muertas por aplastamiento). Tendrán muchas más posibilidades en el embarcadero norte (destinado a las pequeñas barcas). En cualquier caso, deja que los PJ decidan qué hacer. Los patronos de los barcos mercantes no dejarán que ningún ciudadano chino suba al barco, pero recibirán sin problemas a la Helena y a los niños. Si Helena es una PJ (cosa que recomendamos), tendrá que dejar atrás a sus compañeros de aventura (que posiblemente le hayan salvado la vida). Debe ser un momento difícil, pero si los niños y Helena se salvan, los PJ habrán cumplido su misión y sólo les quedará ponerse a las órdenes del mando de la ciudad e ir a algún puente (la gente dejará de presionar en cuanto vea que los barcos zarpan y estos lo harán en cuanto empiece el bombardeo japonés). Las tropas japonesas entrarán en la ciudad poco después (en cuanto la gente huya a refugiarse de las bombas) y el comandante no tardará mucho en dar la orden de rendición.
Nota: unos PJ con iniciativa pueden tratar de salir de la ciudad en bote por el este y allí internarse en las montañas para unirse a los comunistas (la posibilidades de supervivencia son mayores que siendo prisionero japonés).
Si los personajes tardan varios días en llegar a Sanya (porque hayan estado prisioneros, principalmente), la ciudad estará ocupada por las fuerzas japonesas. Su objetivo entonces será robar un barco (en la isla norte) y haciéndose pasar por pescadores intentar llegar a alguna costa cercana: la china es la más cercana, pero hay que pasar en medio de la flota japonesa, la Indochina francesa (Vietnam) quizás sea la opción más acertada. Helena y los niños serán bien recibidos por las autoridades de la colonia. Los soldados chinos serán internados en un campo, pero serán bien tratados mientras los franceses sigan controlando esa colonia (hasta septiembre de 1940).
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