Número: 199.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

199 > Ambientación > Organización > La hermandad roja (Eri). Por: Rubén Ramos

 

La hermandad roja

Una notoria sociedad de guerreros, la hermandad roja lleva funcionando de manera ininterrumpida desde hace un par de siglos.

Miembros de la hermandad roja. Ilustración de Daemonideus

Fundada por Erena Lartus, una guerrera humana, se dedican en cuerpo y alma a la defensa de lugares sagrados y la búsqueda y captura de reliquias robadas para entregarlas a sus legítimos poseedores. Erena era una persona de fuertes convicciones religiosas que tras años de guerras y vagabundeos alcanzó lo que llamó "la iluminación" en un retiro en los bosques de las tierras de Poniente.

Su nombre viene debido a que en su indumentaria o aspecto hay algo de color rojo muy llamativo: túnicas rojas, pelo teñido de rojo fuego y en casos extremos, pintura o incluso tatuajes corporales o faciales de ese color.

Los miembros de la hermandad actúan con gran autonomía para llevar a cabo sus funciones. Esto incluye engañar, robar y embaucar a otros grupos para ayudarles en su cometido. No es extraño que grupos de aventureros se vean implicados en sus actividades.

Se espera que los componentes de la hermandad se dediquen de manera continua al estudio: doctrinas, historia, sociedades y cultura… es una de los aspectos más útiles para evitar malentendidos como por ejemplo, tomar partido sobre una reliquia en la que recae una interpretación divergente en dos corrientes religiosas. En ese caso, evitar tomar partido para no posicionarse con una facción. Si esa reliquia a recuperar está perdida o ha sido robada por otras razones, es cuando la hermandad se activa.

No es necesario ser una persona de convicciones religiosas (o ser religioso en absoluto) pero muchos de sus componentes lo son.

Se mantienen gracias a las donaciones de particulares y organizaciones religiosas y gracias a esas donaciones es posible pagarles alojamiento, comida y un modesto estipendio.

Además, un acuerdo con organizaciones educativas y religiosas les permite acceder a sus archivos y registros para recabar información. Obvio es, que esas organizaciones les dejan acceder hasta cierto punto o sólo información interesada. Por eso se requiere cierta investigación creativa a veces.

Armas y ropa se la han de procurar los miembros de la hermandad por su cuenta.