DESDE EL SÓTANO
Nº: 217 . 3ª época. Año III
Operación Fortitude Sur Por: Juan Carlos Herreros Lucas
 

Operación Fortitude Sur

Es probablemente una de las operaciones de desinformación más conocidas de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente se llamó Operación Mespot, pero el nombre no pareció convencer a Winston Churchill y se cambió.

En 1943, tras el éxito en los desembarcos en el norte de África, los Aliados empezaron a concentrar fuerzas en las Islas Británicas. Era un movimiento que no pasaría desapercibido para los espías alemanes e italianos, que además incrementaban su número cada día que pasaba, y por ello, el mando Aliado se planteó la posibilidad de no solo esconder esos movimientos de tropas, sino de hacerlos más evidentes, pero cambiando el objetivo de los mismos. Una operación de desinformación que recibiría el nombre de Fortitude (Fortaleza) y que se regía por las directrices marcadas por la operación Bodyguard (Guardaespaldas) que, en realidad, era una serie de guías para la desinformación del mando alemán a nivel estratégico previas al desembarco de Normandía y que se establecieron en la conferencia de Teherán de diciembre de 1943. La operación Fortitude acabaría convirtiéndose en el mayor esfuerzo Aliado para engañar a sus mando alemán.

En la operación de Normandía participarían 37 divisiones Aliadas (esos eran los planes) y se calculaba que los alemanes disponían frente a ellos de unas 60 divisiones. Las cifras no cuadraban y por ello, el objetivo de la operación Fortitude era conseguir que el mayor número posible de esas 60 unidades Aliadas estuvieran alejadas de las playas de desembarco. Y para ello, se trataría de convencer a los alemanes de que el desembarco se iba a producir en otro sitio.

El LCS (London Controling Section) era el responsable de coordinar las acciones de desinformación, pero cada operación concreta la asignaba a un cuartel general. En este caso le tocó al SHAEF (Supreme Headquarters Allied Expeditionary Force, Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada) que eran los que estaban organizando el Día D a las órdenes de Eisenhower. La operación fue asignada al departamento Ops (B) que eran los responsables de las operaciones de desinformación en el cuartel general. Además, la operación fue asignada al 21º grupo de ejércitos (la fuerza de invasión) bajo las órdenes de Montgomery quién creo la Fuerza R encargada de gestionar los aspectos tácticos de Fortitude.

El plan original se dividió en dos partes: norte y sur. Fortitude norte, cuyos preparativos se realizarían en Escocia, consistía en simular un desembarco en Noruega con la pretensión de que Alemania mantuviera sus tropas allí (NdA: aunque Noruega parecía un objetivo muy secundario permitiría cortar la ruta del hierro sueco que era vital para la industria alemana). Y Fortitude sur, con sede en Inglaterra, cuyo objetivo era general confusión sobre el lugar de desembarco, en concreto en Calais).

Los preparativos de Fortitude sur comenzarían en diciembre de 1943 en el Ops (B) bajo las órdenes del coronel Noel Wild, cuyo punto de vista chocaría con el del coronel Strangeways, responsable de la Fuerza R del grupo de Ejércitos. Aunque ambos estaban de acuerdo en señalar a Calais como objetivo del engaño, el primero se inclinaba por disimular el objetivo real del desembarco, mientras que el segundo optaba por crear una amenaza creíble de desembarco en Calais. Es decir, Noel Wild quería que los alemanes creyeran que los preparativos de Normandía se dirigirían a Calais, mientras que Strangeways quería que los alemanes creyeran que había otros preparativos más importantes que los de Normandía listos para asaltar Calais. Fue la opinión de Strangeways la que se acabó imponiendo. En febrero de 1944 se aprobaría la creación de 15 divisiones falsas con el objetivo de atacar Calais. Además, en esta fase de la planificación se amplió el objetivo. No se trataba de engañar a los alemanes hasta el día D, sino más allá. Mientras se desarrollaban los primeros y delicados compases de Overload, los alemanes debían seguir creyendo que el desembarco se produciría en Calais.

Sin embargo, el plan presentaba algunos problemas y las opiniones encontradas entre el mando del Ops (B) y el de la Fuerza R continuaron. Uno de los conflictos fue sobre el mando ficticio de la operación de Calais. Strangeways creía que los alemanes no se creerían que Montgomery iba a dirigir las dos invasiones. Las disputas continuaron hasta que el oficial de la Fuerza R anunció que reescribiría todo el plan. Sus homólogos del Ops (B) creyeron que solo haría algunos retoques al plan ya concebido y estuvieron de acuerdo con eso. Se equivocaron, Strangeways reescribió todo el plan (el nuevo plan recibió el apodo de Quicksilver).

[F] Insignia del falso Primer Grupo de Ejércitos de los EEUU.

Quicksilver establecía coger un grupo de ejército existente (el 1º estadounidense) e implicarlo en la operación de Calais. Este grupo de ejércitos estaba bajo el mando de Omar Bradley y los alemanes ya habían tenido noticia de su existencia, aunque, en realidad, sus obligaciones eran solo administrativas, no era un grupo de ejército operativo. El plan era activarlo oficialmente y asignarle una serie de unidades reales y ficticias con el objetivo de convertirlo en la mayor fuerza de combate sobre Gran Bretaña. Además, para reforzar esa idea, se sustituiría a Bradley por Patton. Su rivalidad con Montgomery reforzaría la idea de que aquella era la fuerza de desembarco principal y que al general inglés le habían dado la operación de diversión.

[F]Uno de los carros de combate, un sherman, hinchable que daba bastante el pego. Imagen de dominio público

El plan se apoyaba en una serie de ideas que debían realizarse en paralelo: utilización de agentes dobles y diplomáticos para hacer llegar información parcial a los alemanes, la transmisión de órdenes no vitales vía radio, el engaño mediante armas falsas de las concentraciones de fuerzas (sí, tanques y barcas hinchables que daban el pego desde lejos), concentraciones de fuerzas reales (las de algunas unidades que iban a Normandía), vuelos de reconocimiento y bombardeos tácticos a las playas y ferrocarriles de la zona de Calais antes del Día D, aumentar la actividad de todo tipo en los alrededores del puerto de Dover, y realizar actividades nocturnas con luces en los lugares donde estaban concentradas las unidades falsas, para dar la apariencia de preparativos. Para reforzar el engaño, Patton se dejaría fotografiar por la zona por la prensa Aliada.

[F]Falsas lanchas de desembarco hinchables de la operación Fortitude. Image de dominio público.

El Ops (B) y la Fuerza R volverían a disentir sobre como orientar Fortitude tras el desembarco. Los primeros querían sugerir que el desembarco de Normandía había ido tan bien que Eisenhower había desviado algunas unidades del esfuerzo principal y las había mandado a Normandía y dejado Calais como objetivo secundario creando un 2º Grupo de Ejército. Strangeways, de nuevo, volvería a darle la vuelta a la idea porque creía que quitar el foco a Calais podría hacer que los alemanes se decidieran por movilizar sus tropas. Por el contrario, su nuevo plan, que se adoptó finalmente, fue que las tropas "desviadas" de Calais lo harían para reforzar un desembarco que no iba según los planes previstos y que el primer ejército (no estaba de acuerdo en inventarse un segundo de la nada) se reforzarían con las tropas llegadas directamente de Estados Unidos (tropas falsas, por supuesto).

[F] Falsos camiones de la operación Fortitude. Imagen de dominio público.

Hoy sabemos que la operación Fortitude fue un éxito y que los alemanes creyeron durante algún tiempo que el esfuerzo principal del desembarco se realizaría en Calais, lo que retuvo a muchas unidades vitales que podían haber dado un vuelco a la batalla real en Normandía.

Haber descifrado el código Enigma ayudó a los Aliados a saber cuáles de sus engaños llegaban al Alto Mando alemán y les permitía reforzar o corregir algunos engaños. Fue un acierto poner a Patton a la cabeza del operativo falso; eso convenció más a los alemanes que otros engaños. Y también lo fue dedicar tanto esfuerzo en los bombardeos tácticos en Calais. Se calcula que por cada operación aérea real en Normandía se realizaron dos falsas en Calais. Los alemanes, con una aviación bajo mínimos, nunca creerían que ese esfuerzo aéreo era solo para engañarles.

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