DESDE EL SÓTANO
Nº: 173 . 3ª época. Año III
Justicia Embrionaria Por: El Rolero Misterioso
 

Justicia embrionaria

Justicia embrionaria es el nombre de una de las sectas religiosas o movimientos fanáticos más peligrosas e infames de la RFP. Las agencias de la Ley federales llevan siglos tratando de desarticularla, pero nunca lo han logrado y siempre resurge en otro lugar.

No se sabe gran cosa sobre este grupo, a excepción de un puñado de entradas anónimas en oscuros foros de la GWW profunda. A priori, parece tratarse de una secta o culto pseudoreligioso. Según parece, estaría formada, al menos en parte, por psíquicos clarividentes, practicantes de esa difusa e impredecible disciplina psiónica que permite predecir acontecimientos futuros.

Aparentemente, la finalidad de esta secta es inducir a ciudadanos ordinarios a cometer asesinatos. Lo que ha hecho que esta secta reciba mayor atención que otras es que el blanco de sus ataques muchas veces son niños o incluso mujeres embarazadas, y que tras cada asesinato el asesino hace públicos los motivos que le han llevado a actuar. La mayoría de los criminólogos sostienen que los miembros de Justicia embrionaria creen que están acabando con la vida de individuos que, en el futuro, causarán graves daños por imprudencia o cometerán uno o más asesinatos. Es decir, afirman que al matar a esos niños en realidad están salvando las vidas de muchos otros.

En muchas ocasiones se detiene a los autores materiales de los crímenes. De ellos procede la mayor parte de la información de la que se dispone sobre la secta. No suelen resistirse a su detención y generalmente colaboran con las autoridades. Todos ellos relatan una historia parecida: ellos eran ciudadanos absolutamente normales y corrientes hasta que alguien, un desconocido, les aborda y les proporciona una visión del futuro, empleando lo que parecen ser potentes habilidades psiónicas. En dicha visión se les muestra cómo alguien cercano a ellos, un amigo o un familiar (que incluso puede no haber nacido aún…) muere a manos de alguien, a quien pueden o no conocer. Entonces, el desconocido se marcha, no sin antes dejar tras de sí una tarjeta con el símbolo de Justicia embrionaria y un arma cargada.

Aunque la persona no crea que lo que le han mostrado es cierto y se niegue a colaborar con la secta, a lo largo de los siguientes días y semanas revive su visión en forma de sueños recurrentes, de los que no logra librarse ni siquiera con medicación. En pocos días las pesadillas hacen mella en ellos. Algunos incluso acuden a la Policía y se entregan, pero generalmente no puede hacerse demasiado al respecto excepto quitarles el arma (en muchos lugares ni siquiera pueden retenerle o acusarle de un crimen que aún no ha sido cometido). Otros, la mayoría, ceden a los impulsos de su subconsciente y terminan por cometer el crimen, con la esperanza de salvar la vida a su allegado. Algunos se suicidan, ya sea antes o después de matar a su objetivo, mientras que la mayoría aceptan el castigo por sus actos.

Una pequeña unidad de investigadores del mastodóntico SSR (Servicio Secreto de la República), normalmente menos de diez, tiene como misión recopilar información sobre Justicia Embrionaria, ya que la organización está considerada como una potencial amenaza a la seguridad de la RFP. Por desgracia, pese a los considerables recursos de los que disponen, hasta la fecha todos los intentos de detección y vigilancia de las redes no han servido para nada. Tras tanto tiempo "persiguiendo ranas" (jerga interna de la agencia para describir una investigación estéril y claramente sin sentido), esta unidad es universalmente considerada un destino a donde enviar a agentes y analistas novatos mientras les encuentran otro lugar en donde asignarlos. También es uno de los lugares a donde envían a los agentes a los que quieren "castigar" por algún error.

En el pasado, la vigilancia de la GWW no ha dado demasiados frutos. En una ocasión, algunos agentes especialmente proactivos trataron de desarrollar un modelo de predicción empleando una de las IA de la agencia. Esta IA lleva un par de siglos tratando de determinar un patrón que les permita atrapar a su objetivo antes de que actúe (hasta ahora sin éxito). El último intento de sacar adelante la investigación es relativamente reciente. Poco antes de jubilarse, el anterior jefe de la unidad tuvo una inspiración: para cazar a un vidente necesitas a otro vidente mejor. Es decir, necesitaban recurrir a un vidente para predecir dónde aparecerían la próxima vez. Cursó la solicitud por los canales oficiales, pero los responsables nunca contestaron y él acabó jubilándose un par de años después.

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