DESDE EL SÓTANO
Nº: 163 . 3ª época. Año III
Sargento Padilla Por: Ignacio Conesa Zamora
 

Sargento Padilla

Rojo y oro

Este espera ser el primero de una serie de artículos donde vamos a ir construyendo las hojas de personaje de los protagonistas de nuestro serial napoleónico favorito, la Rojo y Oro. Empezaremos por el líder de este inusual grupo, el sargento Padilla.

Para hacer la hoja del sargento Padilla nos hemos ido a la descripción que de él encontramos en el artículo en el que se presenta a la Rojo y Oro: 11241 Ver

Un veterano soldado profesional de antes de la Guerra de Independencia que acabó en las fuerzas de la Santa hermandad por culpa de una mala mujer (o al menos esa es la historia que él cuenta). Algo entrado en carnes, bonachón y difícil de alterar parece estar siempre preparado para dar una con la derecha y otra con la izquierda. Es grande y su presencia (o su amenaza de presencia) es suficiente, en ocasiones, para acabar con cualquier reyerta. No le gusta nada que se metan con los débiles, especialmente si son niños o mujeres, pero no se le conoce una pareja estable ni familia.

Padilla tiene edad suficiente para ser capitán y, en alguna borrachera, ha comentado que lo fue en una ocasión, pero tiene problemas con la autoridad, sobre todo si la autoridad le lleva la contraria, y eso le ha supuesto algún que otro problema. Intenta pasar desapercibido y que sus jefes, que ha tenido muchos, no se fijen en él. Quizás ese es el motivo de su supervivencia, pero tiene una mente inquisitiva, muy perspicaz para calar a las personas, sobre todo a los mentirosos, pero, claro, quién mentiría a alguien capaz de cascar nueces con dos de sus dedos

Por su descripción entendemos que tiene que tener un Cuerpo alto y un Instinto a la zaga. Su nivel social no debería ser bajo, no todo el mundo puede llegar a optar a ser capitán de la Santa Hermandad (aunque el que no lo consiga por su temperamento es harina de otro costal). Parece que tiene una Presencia imponente y su Inteligencia debe estar un poco por encima de la media. Su Destreza tampoco deber ser muy baja porque se las tendrá que ver en situaciones donde una mano rápida o unos pies veloces pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Una vez escogidas sus Características repartimos sus Atributos en consonancia a lo que se espera de él. Aunque debe tener una Fuerza y Resistencia alta no podemos descuidar su Intuición, necesaria para calar a los maleantes, ni su Carisma, muy conveniente para poder estar a buenas con la mayor cantidad de gente posible. Como tendrá que aplicar sus capacidades de deducción de vez en cuando necesitará una Lógica por encima de la media, y una Coordinación que le permita abrirse paso a tiros cuando todo lo demás falla.

Repartimos sus puntos de Infancia de forma acorde a una persona de clase media en un entorno rural.

Pasamos ya a sus Pasos en las distintas Vías. Como no sabemos si Padilla viene de una familia de tradición castrense, supondremos que su primer paso lo toma en la Vía más común en un entorno rural, la Artesanal. No tomamos ninguna profesión de momento. Sabemos, sin embargo, que Padilla oyó la llamada de las armas, ya que en el pasado fue soldado profesional, así que lo cambiamos a la Vía Militar para su segundo paso y ya tenemos los puntos suficientes para comprarle su primera Profesión, Soldado de Caballería, una buena salida para un joven de provincias, con algo de dinero para permitirse un caballo. Posiblemente entraría a formar parte de alguna unidad de garrochistas, lanceros o cazadores a caballo. El caso es que sus siguientes dos años los pasa dedicado a la milicia, dando un paso más en la vía militar. Sin embargo al final de estos dos años algo pasa. Algún suceso, que el achaca a una mala mujer, trunca su carrera como soldado de caballería y acaba en la Santa Hermandad. Con los puntos acumulados hasta ahora compramos la profesión básica Alguacil/Agente del orden. Para el siguiente paso podríamos irnos de nuevo a la Vía Artesanal, pero el ejército ya ha dejado una marca en Padilla y como quiera que la Santa Hermandad es un cuerpo militar, seguimos avanzando pasos en esta vía. Podríamos con el siguiente paso en la Vía Militar adquirir la profesión avanzada de Alguacil/Agente del orden, pero Padilla no tiene prisa por ascender. Empleamos el siguiente paso para subir algunas habilidades y atributos y nos esperamos otro paso más para conseguir la profesión avanzada de Alguacil. En este momento Padilla ha dado un paso en la Vía Artesanal y cuatro en la Vía Militar y es un joven y prometedor cabo de la Santa Hermandad. Aquí es cuando sus problemas con la autoridad comienzan a hacer mella en su carrera y su sentido del honor comienza a fraguarse, quién sabe si quizá una cosa estaría relacionada con la otra. El caso es que decidimos centrarnos en desarrollar su profesión sin buscar ninguna profesión de especialista. Damos otros dos pasos más en la Vía Militar para terminar de perfilar su hoja, desarrollando sobre todo sus atributos de Percepción, Intuición y Lógica, reflejando los años al servicio de la Hermandad. También gastamos unos cuantos Puntos Libres para que aprenda nociones de Conocimiento Académico (Derecho), una habilidad útil en su oficio y que además le permitirá saber leer y escribir. Hemos dado un total de 7 pasos, el último de ellos de 3 años, así que Padilla tendría, en principio 29 años. Pasamos ahora a las Virtudes y Defectos. No encontramos en su descripción alusión a ninguna posible Virtud pero si a un Defecto, un Código de Honor que le compele a proteger a los débiles, especialmente a mujeres y niños. Los Puntos de Historial que le quedan los compensamos con 3 Años Perdidos, reflejando el estancamiento en su carrera profesional y el hastío que se respira en un pequeño pueblo de provincias.

[F]Hoja de Personaje del Sargento Padilla Ver

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