DESDE EL SÓTANO
Nº: 151 . 3ª época. Año III
Jional Por: Rubén Ramos
 

Interpretando Jional

Si preguntas a cualquiera en la galaxia de EXO qué es lo primero que le viene a la cabeza cuando hablamos de un jional, probablemente la respuesta sea: “Mmmmm… son una especie de plaga de comerciantes ¿no?”. Tras estas palabras jocosas, se esconde quizás una realidad indiscutible. Los jional están en prácticamente todo planeta habitado con cierta entidad y su ocupación favorita es trabajar como comerciantes, si es posible al margen de las normas económicas y corporativas de los lugares en los que residen. Al fin y al cabo, llevan en esto más tiempo que esos trajeados advenedizos.

Los jional pueden parecer niños inofensivos, pero son un asunto serio. Su sociedad les ha enseñado a agudizar el ingenio por encima de todo y lo llevan a la práctica muy a menudo. No es raro que una persona, tratando de conseguir algo por canales no oficiales o en apariencia más ventajosos, termine enredado en una lucha de intereses entre Casas.

Los jional se organizan como sociedad en Casas. En apariencia son conglomerados mercantiles con una forma de actuar peculiar. En realidad es la evolución en nuestros días de los viejos clanes feudales que guerreaban en las cavernas subterráneas por la supremacía en su planeta natal, Calena. Las Casas cuentan con miembros que pueden escalar su historia familiar hasta los inicios como raza pre-espacial y con miembros de nueva entrada. A pesar de la estructura feudal, es relativamente sencillo moverse en el escalafón a través de un trabajo bien hecho. También es fácil cambiar de Casa ya que la adopción de nuevos miembros consiste en un apretón de manos y juntar la frente. En la práctica, esos cambios pueden provocar altercados entre casas que se enquistan durante generaciones.

Los jional son ante todo, leales con ellos. Costumbre adquirida para defenderse de enemigos más poderosos que ellos. Más vale permanecer unidos que morir separados. Esto ha llevado a la falsa creencia de que los jional son seres amigables y sonrientes (que lo son) y a los que se les puede sacar algún beneficio porque son confiados (que lo son, pero confiados no significa idiotas). Siempre que pueden, tratan de sonsacar información a sus interlocutores ya que en el futuro puede ser útil para la Casa o el Consejo.

Por lo general, los jional desprecian el dinero. Lo usan si no queda más remedio, pero su estilo de vida “sin ataduras” fomenta el trueque como manera de comerciar. Además, en un trueque no sólo se mercadea con materiales físicos. Una vez que se consigue una mercancia, los jional son sorprendentemente abiertos en su uso con el resto de congéneres. Esto es especialmente cierto en el uso de información privilegiada.

Existe una palabra en el idioma jional: “kharlös” (pronunciado Jarloes) que se traduce como ansia de viajar. Los jional adoran ver cosas nuevas. No es raro toparselos en una nave viajando a cualquier sitio. Y con la seguridad de que vaya a donde vaya, siempre habrá una delegación de alguna casa para cumplir las reglas de hospitalidad.

Cuando salen fuera de ambientes en los que se encuentran cómodos (esto es, con luces amortiguadas o poco intensas), visten lo que se la dado en llamar capuchas de verdugos, unas viseras que evitan que la luz incida de manera directa sobre ellos. En otras ocasiones, llevan gafas polarizadas. Aguantan muy bien en espacios angostos.

Su comida favorita son los äärkhü (pronunciado Eerji) unos insectos de caparazón duro y verdoso, parecidos a escarabajos, que se hierven vivos en agua con sal y se fríen en una salsa de líquenes. Es una comida indigesta para alguien que no sea un jional.

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