Cargadores de munición

Uno de los complementos más importantes en la guerra para cualquier soldado, sin importar el bando, la ideología o la causa que le mueve. Sin estos, muchas armas de las que conocemos hoy no servirían, básicamente podríamos seguir en la época del armamento de avancarga (quizás un poco más tarde, pero desde luego no estaríamos a lo que conocemos hoy en día).

Tanto armas usadas por civiles, como cazadores, unidades policiales, paramilitares, militares, terroristas, insurgentes, rebeldes…Muchas de las armas modernas de este mundo necesitan un cargador. Estos llevan en su interior la munición, las balas que dan sentido al uso del arma.

¿Cuántos cargadores puede llevar una persona por arma? Dependerá de su situación, de todo el peso que lleve y de todos los bultos que cargue (partiendo de la base que los cargadores son también bultos); si quien los lleva es de una unidad operativa suelen portar un número estándar debido al equipamiento y a la operatividad.

Algunas unidades acostumbran a enumerar los cargadores que llevan. Ayuda a controlar la munición en los cargadores ya usados, incluso a saber cuántas salvas quedan en un depósito. Esto es útil y óptimo para situaciones tácticas en las que el máximo de munición es necesario.

Mitos de las obras de ficción

A continuación expondremos una serie de mitos que hay alrededores de estos imprescindibles de la guerra moderna:

Suena evidente, pero la munición infinita no existe. Cada arma y cada cargador admite una serie de proyectiles, y conocer tu arma implica saber cuál es el máximo de balas que caben en los cargadores.

Es labor de los jugadores y del Director de Juego llevar la cuenta de la munición gastada. Hay partidas que no se cuenta tal cosa, pero hay que partir de la base que la munición en algún momento se puede acabar.

En contra de lo que se ve en el cine, la televisión o los videojuegos, los cargadores de munición son recursos valiosos que no se desperdician a la ligera. Tirarlos al suelo o dejarlos caer queda muy bien en la pantalla, pero queda lejos de la realidad. Los cargadores en buen estado pueden ser reutilizados y en muchas ocasiones se pueden meter balas en su interior para volver a dar guerra. Hacer lo que nos muestra la ficción puede dañar o inutilizar el cargador.

Las recargas de munición no se hacen a campo abierto o en lugares poco seguros; en Hollywood queda muy bien, pero en la realidad se busca la máxima cobertura posible y salir de la línea de fuego. Las balas matan y son muy dañinas, no hay regeneración en la vida real como en los videojuegos, y quienes aprecian su vida entienden esto a la perfección.