DESDE EL SÓTANO
Nº: 242 . 3ª época. Año III
Estado de los Altos Elfos II Por: Nacho Conesa
 

Estado Altos Elfos II

Gentes

Sociedad

La sociedad de los altos elfos no tienen división social. No existe ni nobles, ni plebeyos, ni esclavos. Todos los ciudadanos tienen el mismo estatus, ciudadano libre. Incluso los extranjeros y los no-elfos tienen esta clasificación. Es más, según la Ley, la propiedad privada sólo cubre las pertenencias personales que uno puede cargar, la casa en la que uno se aloja y las tierras que uno cultiva. Por encima de estos tres conceptos solo existe el derecho de uso, recayendo la propiedad real sobre la comunidad. Existen registros de propiedad y de uso, pero no los mantiene ningún estamento oficial, sino asociaciones de vecinos, comerciantes y similares en un intento de organizarse. En la práctica el derecho de uso es, de facto, un derecho de propiedad, pero en teoría, si la comunidad se pone de acuerdo, el uso de un bien se podría asignar a cualquier persona.

Esto no quiere decir que no existan organizaciones jerárquicas. Un banquero puede tener varios empleados a los que les paga a cambio de un trabajo que lo haga más rico y un gremio de artesanos puede tener un cabildo de grandes maestros que decida el precio de sus servicios y el progreso de los aprendices. Pero nada de esto está regulado por ninguna ley impuesta por un estamento gubernamental. Ante la duda de qué tiene prevista la Ley para una situación concreta, se le pregunta al Pregonero más cercano que manifiesta un juicio que rara vez se disputa.

Muchos extranjeros intentan aprovecharse de esta situación, que suele permitirse un tiempo si no se convierte en un abuso. Llegado el momento, el infractor recibirá consejos y recomendaciones de que retorne el uso del bien, primero por la comunidad, luego por los Portavoces y, finalmente, si el infractor no recapacita, intervendrán Ellos, posiblemente haciéndolo, simplemente, desaparecer.

En el pasado existía una nobleza de la que los Lanceros del Estado son herederos directos. Sin embargo, no tienen ningún tipo de privilegio legal, salvo que su pertenencia es hereditaria. Tan solo el Alto Señor tiene el privilegio de nombrar a nuevos lanceros fuera de las actuales familias que ostentan ese título, aunque estos nuevos nombramientos son extraordinariamente raros, dándose solamente bajo circunstancias excepcionales, como la reciente guerra contra el Emperador.

División de especies

Aunque la mayoría de la población es élfica, no existe, en la práctica, ninguna diferencia social ni cultural entre especies. De hecho, existen no elfos entre las filas de los Devotos, los Pregoneros y los Lanceros, si bien es cierto que su prevalencia es mucho mayor entre los elfos que entre las otras especies.

División demográfica

La base de la economía del estado de los Altos Elfos es la agricultura. Sus fértiles campos producen alimentos que exportan a Ulad y Ös. Por tanto, la población se extiende de forma más o menos uniforme por todo el territorio alrededor de pequeñas aldeas. Apenas hay cuatro o cinco ciudades que superen los 10.000 habitantes y en estas es donde se concentra una incipiente industria textil. Todas las ciudades importantes, salvo Mirionis en la costa, y Laerantis, en la frontera con Ulad, se ubican en el valle de Mirlion.

División cultural

El Estado de los Altos Elfos tiene lo que podríamos llamar una cultura en dos capas. Por un lado está el sustrato común promovido por la Ley, que hace que todos los elfos del Estado se organicen de forma similar. Por encima de este estrato está la cultura local, asociada a las tres grandes regiones del reino, la Corteza, el valle de Mirlion y la costa. Los elfos corteños tienden a ser más cerrados y desconfiados, tallados por los siglos de batallas contra los enanos de Ulad, mientras que los mirlioniamos son más amigables y hospitalarios. Por último, los elfos costeros suelen ser gentes llenas de contradicciones, ya que por un lado son devotos seguidores de la Ley, mientras por el otro sus contactos comerciales con otras culturas los hace cuestionarse el orden establecido de las cosas.

Economía

Los Altos Elfos siempre han sido bastante autosuficientes, confiando su economía en una agricultura casi de subsistencia. Con la llegada de los Osterreid y la constitución del Imperio Federal, su economía se volcó hacia el comercio y a la especialización. Surgió así la industria textil que exporta ricos paños de fibras vegetales a la cercana Ös y de ahí al resto del mundo conocido. También gracias a la alianza con sus tradicionales enemigos, los enanos, a raíz de la invasión del Emperador, ha despertado un comercio de sus excedentes alimentarios a cambio de productos manufacturados. Muchos corteceños se niegan a admitirlo, pero este comercio a traído prosperidad a la nación.

Creencias

Todos los elfos del Estado son seguidores de la figura de Saralien, la persona que instauró la Ley y a Pregoneros, Devotos y Lanceros. Si un elfo cumple sus sencillos preceptos, que propugnan un delicado equilibrio entre los derechos del individuo y sus obligaciones con la sociedad, sabe que podrá prosperar y podrá contar con sus vecinos cuando las cosas le vayan mal. A cambio, solo tienen que vivir en un estado de leve paranoia casi constante, preocupados por si, sin saberlo, incumplen de alguna forma la Ley y Ellos se ocuparan de administrar un castigo ejemplar.

Lenguajes

Existen dos principales lenguas habladas en el Estado de los Altos Elfos. La más antigua es hablada por los corteños, y parece ser anterior a la fundación del Imperio Federal. Es una lengua relacionada con el cargrumita, pero muy lejanamente, de forma que un corteño y un cargrumita no son capaces de entenderse.

La otra lengua es el mirlioniano, hablado en el resto de la nación, y derivado de la lengua que los Osterreid trajeron cuando fundaron el Imperio. Es muy similar al cargrumita y los mirlioniano parlantes no tienen demasiado problemas para comunicarse con un cargrumita.

Gobierno

El gobierno del Estado recae sobre Ellos, un conciliábulo secreto, compuesto por aquellos de entre los Devotos y los Pregoneros que más han demostrado lealtad al estado y respeto a la Ley. Nunca se presentan abiertamente, prefiriendo influir mediante las dos organizaciones anteriores. Su gobierno se aposenta bajo un largo y constante condicionamiento cultural. Los altoelfos siguen la Ley porque así les han enseñado. Entre los eruditos de otras naciones existe la creencia de que Ellos de alguna forma controlan algún tipo de magia que les permite enterarse de todo lo que sucede en la nación, pero, hasta la fecha, nadie ha podido demostrarlo.

Ejército

Los Lanceros del Estado se encargan de garantizar la integridad de las fronteras de Saralienlür. Todos son descendientes de la antigua nobleza que gobernaba la zona antes de la Guerra de los Portales, y es tarea de la población civil el pertrecharlos y proporcionarles comida y cobijo. Solo tienen dos rangos, lancero y capitán, siendo la función de este último más de coordinación que de mando. Un grupo de lanceros bajo las órdenes de un capitán se denomina compañía y su tamaño depende de la situación, dándose casos de varias compañías uniéndose bajo un solo capitán para enfrentar una amenaza especialmente peligrosa. Se distribuyen en el territorio libremente, asentándose donde creen que serán más necesarios. En caso de disputa entre dos capitanes, el Alto Señor suele dirimir intentando buscar una solución de compromiso.

Organizaciones

Pregoneros de la Ley

La organización más importante que existe abiertamente, Saralien, su fundador, dejo por escrito los preceptos básicos de la Ley que el Culto de Saralien enseña a todos los elfos, pero para la resolución de los casos concretos de la vida cotidiana fundo la orden de los Pregoneros. De vez en cuando, los Pregoneros se reúnen para poner en común cómo han ido aplicando la Ley en los casos que se han ido encontrando. Curiosamente la Ley parece adaptarse bastante bien a las nuevas circunstancias y algunos Portadores creen que Ellos se encargan de actualizarla de alguna manera cada cierto tiempo. Naturalmente tienen el buen juicio de callarse sus conjeturas.

Devotos de Saralien

Siempre paralelo a la actuación de los Pregoneros, la misión Devotos es honrar a la figura de Saralien, oficiar los ritos de nacimiento, madurez, matrimonio y funerales de los feligreses y enseñar los preceptos básicos de la Ley de Saralien a lo largo y ancho del Estado. Suelen mirar con envidia a los Pregoneros, ya que a fin de cuentas ellos son los auténticos transmisores del legado de Saralien, pero por temor a Ellos rehúyen cualquier enfrentamiento

Círculo de Mirionis

Esta asociación secreta está compuesta por mercaderes y aperturistas que quieren abrir el Estado de los Altos Elfos a la influencia de otras naciones. Basados en la ciudad que les da nombre, e inspirados por Gahira, conjuran para encontrar vacíos legales en la Ley que les permitan incrementar sus riquezas. De momento el plan no les está yendo mal.

Sucesos

El asesino de la máscara

Una serie de brutales asesinatos se están cometiendo en Saralienlis. La brutalidad de los mismos y la aparente inocencia de las víctimas hace pensar que no son Ellos quienes están detrás de esto. Algunos testigos aseguran haber visto una figura enlutada que porta una sonriente máscara blanca. La situación se tensa por momentos y ya empieza a haber conversaciones en voz baja preguntándose porque Ellos no hacen nada. Incluso un cuerpo de Lanceros empieza a patrullar por las noches para tranquilizar al pueblo. Como siempre se sospecha que el culpable es algún extranjero

El cerco se estrecha

Gahira, la gobernadora de Mirionis acaba de despedir a todos sus hombres de confianza. El vulgo rumorea que ha descubierto algún espía de Ellos y no desea que estos se enteren de sus intrigas. Por lo visto busca gente capaz, a ser posible extranjera, que le sirva para sustituir a sus antiguos empleados.

Llevadme ante vuestro líder

El oráculo de Malvef lleva tiempo intentando contactar con Ellos y establecer conversaciones directas para negociar extender sus operaciones en la nación. De momento su búsqueda ha sido infructuosa, habiendo perdido ya dos partidas de emisarios. Están bastante convencidos de que Ellos manejan algún tipo de magia que les permite mantenerse ocultos a sus adivinaciones. Pero no por ello cejan en su empeño

PNJ conocidos

Gahira

Esta enérgica mujer de una respetada familia alcanzó el puesto de gobernadora de Mirionis sin demasiados problemas. El puesto de gobernador de esta ciudad ha sido siempre problemático dada la influencia extranjera que sufre este puerto comercial. Su primera decisión fue la más polémica, alejar de su presencia al Pregonero tradicionalmente asignado a su puesto. Desde entonces todas sus decisiones han sido al borde de la Ley. Realmente está harta del gobierno oscurantista de Ellos y desea para su ciudad algo mejor, al estilo de Cuivien. No tiene un plan elaborado, simplemente va tirando hacia delante hasta que Ellos se atrevan a pararle los pies.

Lorylel

El más conocido Pregonero del Estado. Hace un par de años decidió dedicarse en cuerpo y alma a la transmisión de la Ley y desde entones vaga de aquí a allá. Tiene un carácter variable, alternando estados de alegría casi histérica a momentos de seriedad más adusta. Muchos creen que de hecho es uno de Ellos, pero los pocos que se atreven a preguntárselo reciben siempre las más mordaces burlas.

Thangil

El actual Alto Señor, a su cargo están los Lanceros del Reino. Es un elfo bastante mayor, de casi 280 años. Por sus ojos ha pasado la ascensión de Eric I, la caída de su imperio, el surgimiento del Emperador y las múltiples batallas que tuvo que liderar contra él. Durante las mismas consiguió que Ellos le dieran los poderes más amplios que un altoelfo haya tenido jamás. Y ahora tiene que conformarse con la vuelta al papel meramente ceremonial de su cargo. Toda una vida de servicio a la nación y nadie le ha ofrecido unirse a Ellos. Cierto es que solo Pregoneros y Devotos forman parte de sus filas, pero Thangil esperaba que con él hicieran una excepción. Y está resentido por ello.

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