DESDE EL SÓTANO
Nº: 242 . 3ª época. Año III
Retirar personajes en la Segunda Guerra Mundial Por: Juan Becerril
 

Retirar personajes en la Segunda Guerra Mundial

En las partidas de rol los personajes van y vienen. Dependiendo del juego y del sistema que use, incluso de la forma de jugar de la mesa, la mortalidad de los personajes es más alta o más baja. Hay diversos motivos por lo que un personaje puede ser retirado de la partida; la muerte del mismo (como ya se ha dejado caer) o la salida del jugador de la partida suelen ser los motivos más extendidos, pero no son los únicos. Para partidas desarrolladas en la Segunda Guerra Mundial puede haber alternativas que sean viables y que se salgan de la norma.

- Arrestado o capturado. Tanto si fueron los suyos y lo detuvieran (algún motivo tendrán) como si fuera el enemigo y lo atraparan, el personaje protagonista desaparece momentánea o definitivamente de cámara.

Nota para el Director de Juego: algunas sesiones de una campaña podrían dedicarse a ayudar a ese personaje en apuros, especialmente en misiones de rescate de prisioneros. Mientras estas sesiones se celebran el jugador que manejaba a ese personaje atrapado podría llevar un personaje que antes sería un secundario, o alguien nuevo. Luego, si todo fuera bien y devuelven al capturado a la senda, podría recuperar el control del personaje o quedarse con el nuevo.

- Heridas graves, mortales o mutilaciones. Un soldado defectuoso no vale; en muchos ejércitos hacen una criba en el reclutamiento; si en medio de la guerra las heridas sufridas son suficientes, los altos mandos no dudarán en mandar a casa a alguien que no cumpla unos determinados estándares.

Nota para el Director de Juego: en momentos desesperantes cualquier mano que pueda empuñar un arma es perfectamente válida. Solo hay que pensar en los alemanes en los últimos compases en 1945. ¿Cuántos civiles en edad avanzada sujetaron un fusil en la defensa de Berlín?

- Traslado a otra unidad. Cambiar de compañeros de armas, sea por el motivo que sea, podría alejar al protagonista de los focos del juego. ¿A qué se debe ese traslado?¿Está peticionado por el personaje, o ha venido impuesto desde arriba?

- Ascensos. Un rango demasiado alto le puede mantener cerca del foco de los personajes, pero relativamente alejado de las balas y de las explosiones. ¿Puede rechazar el ascenso? No suele ser así, un aumento de rango lleva aparejado una subida en el sueldo del militar, por no hablar del prestigio y de la posibilidad de una carrera dentro de las fuerzas armadas.

Nota para el Director de Juego: si ocurriera esto el jugador que otrora llevó al personaje ascendido podría interpretarlo en escenas donde ese alto rango esté, aunque la ficha del personaje ya no descanse delante de su vista.

- Licenciado. ¿Y si hay un sorteo de licencias y le toca? ¿Y si ya ha cumplido el tiempo que le queda de servicio? Puede rechazarlo, está claro, pero si la opción está ahí, el personaje podría tener una elección importante para su vida ficticia…

- Héroe de guerra. Los soldados que obtienen condecoraciones altas y se convierten en iconos en su nación no venden bonos de guerra o alimentan la moral nacional estando muertos. Sacarlos de las líneas del frente y darles vueltas de ciudad en ciudad es un modo de tener a la población implicada con el conflicto mundial.

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