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viernes, 29 de marzo de 2024


 

...

PATRULLA SUICIDA

(Segunda parte)

Continuamos con la aventura en Sebastopol. Como recordarán los que la hayan leído, los personaje habían vuelto a la ciudad y eran recibidos con un par de abrazos de oso, un par de felicitaciones y la posible promesa de una medalla que nunca llegaría. Han pasado varias semanas de aquello y la monotonía del asedio les envuelve.

EL ATAQUE HÚNGARO

Los personajes se encuentran en una de las defensas al norte de la ciudad. Detrás de ellos, están las primeras fortificaciones de hormigón. Ellos forman parte de la primera línea defensiva: una estrecha trinchera coronada de alambre de espino desde la que se domina parte de los terrenos llanos que rodean los arrabales de Sebastopol.

Nota: si hubo bajas en la partida anterior, éste es un buen momento para introducir personajes. Serán sus compañeros en las trincheras.

Es posible que los personajes se pregunten cómo, si han superado la misión anterior con éxito, están, posiblemente, en el peor lugar de las defensas de la ciudad: la trinchera de la muerte. Si algún personaje expresa este pensamiento en voz alta, el comisario deberá contestarle (hazlo tú en su nombre si es preciso) que: "el Glorioso Ejército Rojo no es un ejército burgués donde los pequeños logros individuales hagan a unos soldados diferentes de otros. Todas las unidades tienen su turno en la "Gloriosa Trinchera Norte y éste es nuestro turno".

Si quieres, los personajes pueden enterarse que no es verdad eso de los turnos, el comisario, a sus espaldas, para mayor gloria de la unidad, les ha presentado voluntarios.

Llega la noche

Durante el día, salvo un posible accidente del comisario, no pasará nada reseñable, pero al anochecer, según el sol decae por el horizonte a su derecha, la artillería alemana empezará a bombardear sus posiciones. [Utiliza las reglas de artillería para la moral]

A los pocos segundos, los personajes se darán cuenta que los artilleros alemanes no están finos esa noche y que la mayor parte de las cargas está cayendo a unos 25 metros por delante de ellos. El espectáculo es incluso bonito porque la artillería está levantando por los aires las minas antipersona, haciendo que exploten también y mezclando unas y otras explosiones en una vorágine de caos y destrucción.

Si algún personaje se da cuenta (TA de burocracia) podrá advertir a sus compañeros, pero si no, verán a los soldados enemigos a apenas unos treinta metros metros de su posición. Tendrán tres asaltos para reaccionar, pero, seguramente, tardarán uno en recoger el arma que dejaron caer cuando se inició el bombardeo.

Desde los fortines a su espalda, empezarán a disparar contra la carga enemiga y ellos podrán realizar un par de disparos antes de tenerlo encima. No les dará tiempo a verlos, pero son soldados húngaros que se lanzan contra las defensas de Sebastopol en el primer ataque de la última ofensiva.

Tras los tres primeros asaltos, caerán en la trinchera un soldado para cada PJ. (caerán más en otros sitios) y a los siguientes 4 asaltos caerá un segundo soldado. la lucha será cuerpo a cuerpo. Debes tener claro en qué posiciones estaban en las trincheras para coordinar mejor quien puede ayudar a quien cuando acabe con sus contrarios.

Las ráfagas desde los fortines impedirán que lleguen más húngaros a la trinchera, pero mientras queden soldados enemigos en pie, cualquier persona que salga de la trinchera será abatida por los tiradores de los fortines. naturalmente, esto no lo saben los personajes.

Nota: El ejército húngaro no era muy temible por que carecía de medios acorazados y de entrenamiento adecuado para la guerra moderna. Sin embargo, eran consumados combatientes cuerpo a cuerpo. No será fácil acabar con ellos. Los soldados tienen Pelea y Bayoneta entre 16 y 22.

LA MISIÓN

Al amanecer, si sobreviven a la noche húngara, un correo solicitará (ordenará) que la unidad vuelva a entrevistarte con el general Petrov.

General Petrov

Los personajes están cansados. Han pasado una noche terrible, unida a muchas noches similares en los días anteriores. Ni siquiera las amables palabras del general Petrov serán capaces de levantarles la moral.

- Camaradas -les dirá-, hoy es un día glorioso para nuestra Patria. Hoy vuestras madres os miran desde el lugar en el que estén y sonríen sabiendo que Sebastopol amanece ruso un día más. ¿Queréis que mañana vuelvan a sonreír?

¿Y quién le dice que no a este simpático general?

Continuará diciéndoles:

"Los perros aristócratras, hijos de traidores mencheviques, que debían estar guiando canoas en la tundra siberiana, nos han negado el apoyo artillero naval esta noche. Aunque vuestro valor ha sido suficiente para repeler el ataque alemán, ¿Acaso no hubiérais agradecido un poco de ayuda de esos perros traidores, hijos de un capitalisky?"

Nota: El odio de Petrov hacia la Armada rusa es bastante justificado dada su situación, pero injusto para la Armada. La flota rusa en el mar Negro era muy escasa y los soviéticos, perdida Odessa, no tenían forma de repararla y muy pocas de abastecerla. Por ello, durante toda la guerra fueron muy precavidos a la hora de exponer los barcos al fuego enemigo. Utilizar los barcos como artillería de posición, lo que pretendía Petrov, estaba fuera de lo que el Alto Estado Mayor, es decir Stalin, consideraba una acción sin riesgo.

Para finalizar les dirá:

- Sois mis mejores hombres. Sois más necesarios que el más grueso de los hormigones de mi defensa. ¿Me ayudareis a darles una lección a esos perros burgueses del mar?

Naturalmente, no es una pregunta.

Un subordinado de Petrov les explicará que el crucero Voroshilov se acercará a la ciudad para traer suministros la próxima noche, esa misma noche aunque los PJ no hayan dormido. El puerto principal está en manos alemanas, pero los barcos aún pueden acercarse a la costa y desembarcar algunas cosas mediante chalupas. Es una tarea que hacen por la noche. Su misión será sencilla. Deben capturar el barco y obligar a su tripulación a utilizar su cañones para bombardear las posiciones alemanas al norte de la ciudad esa misma noche. Acabada la misión, abandonarán el barco y volverán a la ciudad.

EL CRUCERO VOROSHILOV

Voroshilov

El crucero Voroshilov de la clase Kirov fue botado en 1935, pero no fue completado ni entró en servicio hasta Junio de 1940: En las primeras fase de la guerra fue dañado en las cercanías de Novorossisk, pero reparado, volvió al servicio en Febrero de 1942. En los últimos meses ha estado trayendo suministros a Sebastopol (siempre de noche para evitar a la aviación alemana) y llevándose heridos no tratables en la ciudad.

Desplazamiento: 9.950 toneladas. Longitud: 190,80 metros Potencia: 122.500 CV Velocidad: 34 nudos Blindaje: 50 mm en el casco y 75 mm en las torretas. Armamento: 9x180mm (3x3), 6x100mm (6x1), 6x45mm (6x1), 4x0.5', 6x2' (2x3), 2 aviones y 100 minas. Dotación: 734 hombres

REALIZANDO LA MISIÓN

La misión no es fácil. De hecho, es posible que sea una de la misiones más difíciles a la que se tengan que enfrentar tus personajes en Comandos de Guerra. Se les pide que capturen un barco en un porcentaje de 1 contra 100 (redondeando), se les pide que combatan contra sus propios camaradas y se les pide que realicen una acción (el bombardeo contra posiciones alemanas) que realmente no va a tener mucha utilidad (al hacerla con un sólo barco).

La deserción es una opción (y una aventura en sí misma), pero asumiremos que los personajes no dudan de las órdenes recibidas. El personaje comisario, eso si, deberá superar algunas tiradas de moral (o de mando) antes de decidirse a realizar tamaña felonía.

Por otra parte, no sólo hay que capturar el barco, sino que hay que gobernarlo (nada de ir por ahí matando pilotos y oficiales) y hay que volver (los hidroaviones pueden ser una pista de cómo hacerlo). Deja que tus personajes elaboren el método de apoderarse del barco y de realizar la misión. Como pista, si la necesitan, diles que no necesitan capturar el barco, sólo a quienes lo gobiernan. Y es posible que ni siquiera deban capturar el barco, sólo modificar las órdenes que reciban. Las posibilidades son muchas, déjales que las exploren.

Finalmente, a la vuelta, si en vez de volver a Sebastopol deciden largarse a Turquía, nadie se lo tendrá en cuenta. Eso sí, el gobierno turco les internará en una prisión turca hasta el final de la guerra.

Nota: El crucero Voroshilov fue dañado por una mina a finales de noviembre cuando llevaba suministros a los asediados en Sebastopol. Es posible que esta aventura explique cómo un capitán experimentado en los accesos a Sebastopol pudo chocar con una mina aquella noche .

 

 

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Cita

«He dicho bienvenidos, pandilla de patanes desagradecidos...»

Sgto. Instructor Gómez