| La magia en Eriloe no es más que, simplemente, la estructura básica de toda la
                materia. Ya antes de la guerra de los Portales, el desgarrador conflicto que expulso a los
                dioses y a los magos de Eriloe y llevó a ocultarse a todas las criaturas mágicas del
                mundo conocido, los metafísicos descubrieron que la materia se componía de combinaciones
                de los cuatro elementos conocidos: agua, tierra, fuego y aire. Estos cuatro elementos se
                combinaban según unas complejas leyes que sólo ellos comprendían para formar todos los
                materiales y objetos existentes. Así, de la tierra que se extraía de los yacimientos, al
                pasarlos por el agua y tamizarlo en recipientes de metal ya hechos se obtenían metales,
                que cuando se mezclaban, calentaban aplicando fuego y se enfriaban con agua o aire
                producían otros metales y se podían hacer objetos. Arenas particulares con agua formaban
                arcilla que moldeado y calentado servía para hacer vasijas. No
                obstante bajo ciertas circunstancias, otros elementos que no eran uno de los cuatro
                elementos conocidos intervenía en la acción y las leyes básicas cambian y se producían
                efectos extraños. Los primeros filósofos arcanos observaron que cuando esto ocurría,
                las mentes preparadas percibían en el ambiente unas partículas levemente brillantes que
                rutilaban alrededor de los efectos que se producían. Por tanto, estos filósofos arcanos
                añadieron un quinto elemento a la lista y la llamaron "magión". A las
                partículas de este elemento se les dio el nombre de magiones y a los efectos
                que se producen al usar los magiones se le conoce vulgarmente como magia. A los ojos del observador adecuado los magiones se presentan en
                conjunto como una enorme telaraña que une sutilmente todas las cosas. Si se sabe como, se
                puede tirar de un hilo de esta telaraña y provocar un fenómeno a cientos de metros de
                distancia. Sin embargo, este toque modificará ese hilo y otros muchos, haciendo la
                alteración detectable. 
                  "La magia está en todos nosotros, en los seres vivos y en las
                  piedras, en el agua y en el aire. Nos une y nos hace uno, pero no nos controla..." Los filósofos postularon que estos magiones son los responsables de
                dictar cuales son las leyes naturales de un determinado proceso. En su forma básica los
                magiones son imperceptibles por el observador entrenado. Se dice que entonces están en su
                estado en reposo. No obstante cuando una fuerte voluntad, debidamente condicionada,
                consigue alterar los magiones del ambiente puede cambiar las leyes de la naturaleza a su
                antojo. Cuando esto ocurre los magiones brillan con fuerza, alcanzando un
                estado que se conoce como excitado. Cualquier alteración en los magiones indicará el uso de magia. Es
                como un vaso lleno de agua. El agua se repartirá uniformemente por todo el volumen que
                ocupa dentro del vaso. Si alguien introdujera una cucharilla, diera un par de vueltas y la
                retirara, el agua continuaría moviéndose durante un rato, aunque al final se pararía.
                Si antes de pararse, una segunda persona mirara el vaso, podría saber que alguien ha
                estado trasteando con el agua, incluso, si su experiencia es alta, sabría que es lo que
                ha podido pasar gracias al movimiento residual del líquido. Con la magia sucede lo mismo.
                Un mago que entrara en una zona, detectaría inmediatamente si el tejido de los magiones
                está alterado y si su experiencia se lo permite, sabría definir qué ha sido lo que ha
                pasado. Diversos experimentos clarificaron que el brillo de los
                magiones no era de la misma naturaleza que el brillo de la luz. Los magiones no se ven
                reflejados por los espejos, ni conducidos por los prismas de cristal ni producen reacción
                alguna en ciertas sustancias sensibles a la luz. No obstante un magosensible, nombre por
                el que se conoce a aquel que es capaz de percibir los magiones, necesita de contacto
                ocular para poder verlos. Además un obstáculo opaco impide la percepción de
                los magiones. Este extraño comportamiento ha puesto en jaque a varias escuelas de
                metafísicos. La explicación que mejor acogida tiene en el mundo académico es que
                realmente los magiones son percibidos directamente por la mente, pero que ésta necesita
                apoyarse en un estímulo ocular para poder creerse que ve
                los magiones. 
                  "...creo que el entramado de la magia, de la propia realidad,
                  es uniforme y que lo que realmente percibimos es la ausencia de esa uniformidad." Es difícil determinar cuales son las causas que hacen a una persona
                magosensible. Se ha demostrado que ciertas personas tienen una facilidad innata para
                verlos. Sin embargo estos privilegiados se encuentran entre los menos; entre los que no
                son tan privilegiados, se conocen dos vías para poder desarrollar el ojo de la
                mente. 
                  La primera vía es el estudio. Mediante continuas y profundas
                    investigaciones de las leyes naturales una persona es capaz de entrever la influencia de
                    los magiones en el devenir de estas leyes. Es una vía de experimentación y enseñanza
                    que no garantiza un resultado satisfactorio. Esta es la vía que siguen los magos.La segunda vía es la iluminación. Mediante la introspección y la
                    asunción de estrictos códigos de conducta y creencias morales el estudioso adquiere una
                    mejor compresión de su propio yo, entrando en conexión con los magiones de su esencia.
                    Gracias a esta conexión puede percibir los magiones del medioambiente. Este camino es
                    seguido por los clérigos y sacerdotes. Existen además multitud de vías secundarias, que sería muy dilatado
                tratar en este ensayo. No obstante todas tienen en común un profundo conocimiento de uno
                mismo o de su entorno, una férrea voluntad y gran dedicación. Los magiones no pueden permanecer en su estado excitado
                indefinidamente, ya que su estado natural es el reposo. Cualquier efecto mágico que no
                responda a las leyes naturales primarias se desvanece con el paso del tiempo. De todas
                maneras, bajo ciertas circunstancias, es posible una prolongación indefinida de un efecto
                mágico. Para ello es necesario donar parte de la esencia propia al efecto mágico
                producido. Esta esencia alimentará el efecto. 
                  "¿Y si los magiones fueran destruidos en el proceso? ¿Y si
                  lo que vemos no es sino el proceso de rellenado del nivel de magiones? De ser así,
                  ¿dónde estaría la fuente? ¿Podría alguien controlarla? ¿Querría alguien
                  hacerlo?" Normalmente la realización de la magia está restringida a aquellos
                que son magosensibles. Únicamente cuando se descubre la existencia de los magiones se
                tiene la comprensión necesaria como para poder alterarlos. Realizar magia es un proceso
                agotador. Requiere un esfuerzo mental consciente además de consumir parte de la esencia
                propia en excitar los magiones personales para transmitir esta excitación al exterior.
                Por tanto los lanzadores de conjuros están limitados en su capacidad de hacer magia por
                su aguante espiritual y por su cansancio físico. Tras la guerra de los Portales y la desaparición de la magia como algo
                de dominio público, se descubrió que ciertos no-magosensibles eran capaces de imbuir a
                sus creaciones de parte de su esencia, produciendo una excitación de los magiones
                asociados con el objeto en cuestión y por tanto produciendo efectos mágicos. Esta
                extraordinaria capacidad sólo se da en ciertas personas que han alcanzado un alto grado
                de perfección en sus habilidades artesanales. Estas personas especialmente dotadas son
                ligeramente conscientes de este hecho, pudiendo a voluntad poner un empeño especial a la
                hora de fabricar un objeto y dotándole de cierta carga mágica. Como jugarlo en Eriloe A efectos de juego: 
                  El sustrato mágico, el nivel de magiones de un lugar, es detectable
                    por cualquier persona con capacidad de lanzar conjuros. Es una capacidad sobrenatural que
                    tienen todos los personajes mágicos, pero se puede entender que es como una especie de
                    conjuro (Detectar magia básico) que este tipo de personajes tiene
                    activo de forma permanente: 
                  Detectar magia básico.Nivel: 0 (todos)
 Componentes: ninguno
 Tiempo de lanzamiento: ninguno
 Alcance: 20' por nivel del lanzador.
 Área: emanación en forma de cono.
 Duración: permanente.
 Tiro de salvación: ninguno
 Resistencia a conjuros: no
 Permite detectar perturbaciones en el entramado mágico de la realidad. No permitirá
                  saber el tipo de las perturbaciones, pero, por el tamaño de la forma afectada, se sabrá,
                  aproximadamente la potencia que provoca la perturbación. No se pueden sentir las
                  perturbaciones a través de los objetos sólidos, pero, por ejemplo, si detrás de una
                  puerta se está llevando a cabo un ritual mágico poderoso que necesita absorber muchos
                  magiones, el mago podrá detectar como estos fluyen desde el exterior al interior o
                  viceversa, cuando el conjuro se lanza y todos los magiones son liberados, podrá verlos
                  salir como una especie de chorro por los resquicios de puertas y ventanas.
 El conjuro, en sí mismo, provoca una leve perturbación de los magiones que los
                  practicantes de la magia pueden detectar (aunque el conjuro de 'Detectar magia'
                  no). Dicho de otra forma, los magos y similares son capaces de sentirse entre sí. Sabrán
                  que el otro es capaz de hacer magia, pero no sabrán el tipo ni la potencia. Además,
                  cualquier objeto mágico activo enmascarará la pequeña perturbación.
 Los objetos mágicos sólo se detectan mediante el conjuro 'Detectar magia básico'
                  cuando están activos. A estos efectos (y como ejemplo), un arma +5 sólo utiliza la magia
                  cuando golpea, el resto del tiempo, a efecto de los magiones, es una espada normal.
 
                  Cuando se realice el conjuro, se deberá superar una tirada de
                    salvación de fortaleza con una CD 10 + nivel del conjuro. Si se falla la tirada, el
                    conjuro funcionará, pero el que lo lanzó recibirá tantos puntos de daño atenuado como
                    el nivel del conjuro lanzado (los de nivel 0 hacen 1 puntos de daño).Los lanzadores de conjuros escogen sus conjuros diarios de una forma sutilmente diferente a la mostrada en el libro básico. Un lanzador tiene una capacidad mágica igual al total de conjuros que puede lanzar por nivel de conjuro multiplicado por ese nivel de conjuro (los hechizos de nivel 0 cuentan como medio). Así un mago de nivel 1º con inteligencia 13 puede lanzar 3 conjuros de nivel 0 y 1 de nivel 1º por su nivel y un hechizo adicional de nivel 1º por su inteligencia, para un total de 3 conjuros de nivel 0 y 2 de nivel 1º. Por tanto su capacidad mágica será de 3.5 (3*1/2+2*1). Esta capacidad mágica la puede repartir a su gusto entre los hechizos que puede lanzar, al coste de un punto por nivel de hechizo (los hechizos de nivel 0 cuentan como medio). Por tanto el mago del ejemplo anterior podría lanzar en un día, por ejemplo, 3 hechizos de nivel 0 y 2 de nivel 1º, 1 hechizos de nivel 0 y 3 de nivel 1º, 7 hechizos de nivel 0 o hasta 3 hechizos de nivel 1º y uno de nivel 0 y demás combinaciones intermedias. No hay límite al nivel del conjuro que un personaje puede lanzar (aunque debe conocerlos o tenerlos en su libro de magia). Sin embargo, por cada nivel de conjuro por encima de su nivel máximo de mago (el nivel más alto de conjuros indicado en el manual del jugador) que lance se le penalizará con un -2 la tirada de fortaleza y se le restarán 2 puntos de daño atenuado por nivel en exceso independientemente del resultado de la tirada. En el ejemplo anterior, considerando que el mago lo conociera, podría lanzar un conjuro de nivel 3, aunque al hacerlo tendría un -4 a la tirada de fortaleza y se restaría, automáticamente, 4 puntos de daño atenuado.Esta capacidad de lanzar hechizos de mayor nivel también se aplica a las dotes metamágicas. Así el mago del ejemplo anterior podría usar la dote 'Ampliar Conjuro' sobre un conjuro de nivel 1º. Así el conjuro pasaría a ser de nivel 2º, le costaría dos puntos de capacidad mágica y tendría un -2 a la tirada de Fortaleza, recibiendo automáticamente 2 puntos de daño atenuado.Los hechizos adicionales recibidos por dominios de clérigo, por
                    especialización en una escuela de magia o por otros medios (raza, clase de prestigio,
                    etc.) se escogen de la forma normal. Sin embargo, debes tener en cuenta que en Eriloe la
                    magia está muy escondida y cuando un mago o practicante de la magia sube de nivel no
                    aprenderá sus nuevos conjuros de forma automática sino que tendrá que encontrarlos (en
                    otros libros de magia, aprendidos de otros magos, etc.) La búsqueda de conocimientos
                    mágicos es parte de la aventura de ser mago en Eriloe. Como podrás comprobar, los practicantes de la magia tienen mayor
                versatilidad en el lanzamiento de sus conjuros, incluso tienen mayor poder, pero tienen
                limitada la capacidad de lanzamiento de conjuros, ya que un lanzamiento constante de
                conjuros que no permita recuperar el daño atenuado sufrido puede dejar fuera de combate
                al lanzador demasiado impulsivo, y además, por la ambientación, tienen más limitado su
                acceso a los conocimientos mágicos. Un libro de conjuros, además de un peligro para la
                persona que lo lleva, es uno de los objetos más valioso para los otros magos.  |